sábado, 10 de septiembre de 2011

110910 Ruta Carlos V de Tornavacas a Jarandilla

10/09/11 Ruta Carlos V Tornavacas - Jarandilla de la Vera por la Sierra de Los Tormantos
Empezamos con un poco de historia para poneros en situación, y a continuación, relataros los avatares de nuestra travesía
Carlos V
Esta es una ruta histórica realizada por el Emperador Carlos V en su retiro a la que sería su última morada en el monasterio de Yuste, haciendo etapa en el parador de Jarandilla hasta que se terminaran de habilitar sus dependencias en el citado monasterio.
Parador de Jarandilla
Estando el Monarca en Tornavacas y siendo informado de que aún quedaban varias jornadas para llegar a su destino, ya que el itinerario inicial pasaba por llegar a Plasencia y desde allí a Jarandilla, quiso que se estudiara la posibilidad de poder acortar el trayecto, siendo los voluntariosos mozos de Tornavacas, los que propusieran atravesar la sierra llevando a su Rey. Unas veces en una improvisada silla  realizada con un arcón (que se conserva en el monasterio), y otras simplemente a cuestas.
Silla para el traslado
Para entender como se nos ocurre esta marcha, tenemos que remontarnos a un viaje que realizamos en su día con mis queridos suegros, (y esta afirmación, por extraño que parezca, es juiciosa), a “Los Pilones”, en Cabezuela del Valle, en la llamada Garganta de los Infiernos.
"Los Pilones"
Al trasladar al Google Heart el trazado del camino que anduvimos, me di cuenta que no estuvimos muy alejados de nuestro punto de partida, residencia de nuestra familia, en Jarandilla.
Nació entonces la idea de atravesar la sierra con la ilusión de un niño (¿tonto?), que se cree explorador por un momento. Pero... evidentemente..., a estas alturas de la edad moderna, todo esta descubierto, y en este caso desde hacia siglos. ¡Mira que llego a ser iluso!, pero que le voy a hacer...
La ruta Carlos V ya contemplaba todo lo que había  previsto, salvo que en lugar de empezar en Los Pilones empezaríamos en Tornavacas.

Me frenaban las dificultades que planteaba el hacerla, por la familia, la logística, los posibles componentes de la expedición, etc... Así que acabo aparcada.
Un reto lanzado por mi cuñado, tras una comida familiar, volvió a poner esta ruta en mi cabeza, y como todos los caprichos, las dificultades comenzaron a no serlo.
En un mes habíamos planeado todo, y con esos nervios de no estar seguros de lo que podía ocurrir ni de si seriamos capaces de terminarla ya que es una marcha con “punto de no retorno”,  decidimos que lo peor de todo era no intentarlo.

Relataremos la ruta en presente, para que parezca mas real.
Iniciamos la jornada saliendo a las 06:15 de jarandilla, llegando a Tornavacas a las 08:00 aprox.
Lo primero que nos ocupa es tratar de encontrar un sitio donde dejar el coche para que pase desapercibido, ya que dormirá toda la noche en Tornavacas, y además es el mío, lo que se traduce en que ya hemos perdido 15 minutos poniendo a salvo la integridad del vehiculo.
Ya volveremos mañana a por el, (lo malo es que mi estimado cuñado me hará madrugar y no se como terminaremos hoy. Ya os lo contare al final.)
Son las 08:15 H de la mañana. Una vez aparcado, el coche buscamos la casa de donde partió el monarca Carlos V, para hacernos la foto que acredite que iniciamos la ruta desde donde debemos.
Preguntamos en una casa que descubrimos abierta donde varias personas se afanan en preparas bandejas de jamos y queso (lastima que sea tan temprano y no proceda subir con la barriga llena), y nos indican la dirección a seguir. Por cierto, están de boda, así que les deseamos que sean muy felices.
Hospedaje y partida de Carlos V
Una vez encontrada la calle Real, procedemos a hacernos la foto de rigor, y descubrimos que se encuentra habitada,.
...La pista nos la dan las quejas que comenzamos a escuchar, y que según van pasando los minutos, a parte de ampliar su cadencia, descubrimos que van proferidas contra nosotros. ¡Si tampoco hemos hecho tanto ruido!
¡Que si que la traía!
Quitando la búsqueda de la batería de la cámara, que no aparece, y los comentarios sobre las inscripciones, y las bromas de rigor, y....
...A lo mejor tienen razón en quejarse. 
El caso es que una amable vecina nos cuenta la historia, en breve resumen, de que fueron los mozos de Tornavacas los que voluntariamente trasladaron al rey a través de la Sierra, y como única recompensa pidieron un pellejo de vino al monarca quien gustoso se lo concedió. Por supuesto hicimos bromas sobre esto, pero seguro que la voluntad e aquellos mozos fue la de servir honrosamente a su Rey. (¡Como cambian los tiempos!).
Por cierto, nos hemos quedado sin batería para la cámara de fotos, así que las que veréis están hechas con móviles y con una cámara arcaica que añade mas angustia a la que de por si fuimos adquiriendo según pasaban las horas.
Tras otros 15 minutos de devaneos nos ponemos en marcha sobrados de tiempo (que felices éramos entonces). Bajamos la calle Real, hasta el final, por lo que no os paréis a pensar si hay que girar en alguna bocacalle.
Información de la ruta
Cruzamos el puente y vemos el cartel de inicio de la ruta.  Estará marcada como PR-1 y deberemos seguir las marcas blanca y amarilla como corresponde a los colores asignados a los pequeños recorridos.
-          Distancia 28 Km
-          Tiempo 9 Horas (je, je, je...)
Pilón
Ermita de Santa Maria
Continuamos hasta el pilón (¿cuantas historias y caminantes habrá visto este obelisco?) y a continuación llegamos a la ermita del Santa María donde giramos a la izquierda y cruzamos un nuevo puente.
Aquí nos dirigimos hacia la derecha como bien veréis en las indicaciones, y caminaremos a la izquierda del Jerte, otorgándonos su frescor para todo el resto del tiempo que nos acompañaría. Hay que decir que la gente de Tornavacas genial, y la señalización de la ruta durante el trayecto que recorre sus dominios, excelente, salvo dos o tres puntos que por la erosión y algún que otro percance, pueden haberse afectado, pero en general es difícil perderse hasta el Collado de las Yeguas ...Nosotros nos perdimos, pero eso os lo contamos mas adelante.
¡Será por señales!

Recorremos la vega de Tornavacas, paralela al rio, donde un montos de pequeños huertos frutales, nos incitan a cometer la tropelía de asaltarlos para coger algo de fruta, pero nos resistimos, ya que somos gente formal. La variedad de frutas, es espectacular, y ¡coño! que bien cuidan sus huertos. No obstante, mucha de esta fruta se esta echando a perder por no ser recogida. Suponemos que cada huerto será una historia como la de su dueño, pero da pena ver como se pudren.
Empiezan a sobrarnos las sudaderas, así que comenzamos con las primeras paradas, pero rápidamente nos ponemos en marcha. Hasta ahora la pista es un paseo, que pasa del cemento a la tierra, pero sigue siendo llana.
Boletus
El camino comienza a alejarse del rio, y nos adentra en el monte, comenzando una suave pendiente, camino del Reboldo. Al parecer comienza la temporada de las setas, porque encontramos un par de estas bien hermosas. Esther, muy prudente ella, y a pesar de que es un plato exquisito, decidió que, entre lo que nos quedaba de marcha y que lo que no has de aprovechar es mejor dejarlo para los que si lo harán, era mas honesto limitamos a fotografiarlas como trofeo y señal de lo buenos senderistas que somos. 
Adiós Tornavacas


Nos alejamos de Tornavacas.

Jerte
  En este tramos de unos 3 Km., en la que  nos acompaña la visión del pueblo de Jerte, y que transcurre entre bosque de castaños y robles, y algunas zonas despejadas, hay un desvío en cuestión, a pocos metros de cruzar un arroyo, y antes de salir a un claro del monte, que nos dirige hacia la izquierda en un pequeño pronunciamiento de la cuesta. Estad atentos, ya que a unos 10 metros, los matorrales tapan a primera vista una señal que nos indica girar inmediatamente a la derecha,  y si no estáis atentos continuareis de frente, como nos ocurrió a parte de nosotros y nos hizo perder una media hora y andar 1 Km y medio de mas. Tipio error de novatos, que mucho nos cuidamos de tener en cuenta para el resto de la ruta. (Cuando una ruta es en tramos tediosa, la rutina del paso, pequeñas paradas para mirar o beber agua, o el ir centrados en conversaciones divide la tropa en pequeños grupos, y puede desembocar en errores como este, que un doble cambio radical en el sentido de la marcha provoque el despiste  de parte de los grupos). En lugar de un Briconsejo, os daremos un “Senderoconsejo”; llevad un pito en la mochila. Si no hay cobertura de móvil, os será útil.
Seguimos subiendo un corto trecho, y llegamos al inicio del monte Reboldo con su frondoso bosque


¡Malditas moscas!. Nos acompañaran por cada tramo de bosque que tuvimos que atravesar, y son autenticas suicidas que atacan en masa. Otro “Senderoconsejo”, ¡llevad gafas que os cubran la mayor parte posible de los ojos y si lo aguantáis, un pañuelo que os cubra la nariz y la boca, por que no respetarán ningún orificio de vuestra cabeza. ¡Se cuelan por donde pueden.!
Desvío al Monte Reboldo
Atentos a la entrada del bosque, ya que esta en zona de sombra y os la podéis pasar.    Inmediatamente comienza la subida del “Monte Reboldo”.




En este corto tramos de la travesía, se encuentra una de las peores cuestas que tiene el trayecto, hasta el collado de las Losas, pero tranquilos que no dura mucho, aunque se hace eterna. El ultimo Km. En zig-zag, con el sendero cubierto de maleza e intentando adivinar por donde transcurre, lo hacen duro.
Kevin
Si tenéis buen ojo, ya que como os digo la maleza cubre la mayoría de las marcas, o un explorador genial como tuvimos la suerte de contar nosotros, (nuestro estimado Kevin. Efectivamente el mas joven y apuesto de los que caminábamos y que automáticamente queda contratado para cuantas caminatas quiera acompañarnos),  no tendréis mas problemas en atravesarlo, y llegar al collado de las Losas, donde encontrareis un montón de señalizaciones, incluida la de nuestra ruta. 
No obstante, cruzad la pista que en realidad es un cortafuegos, girad a la derecha,  y a unos 10 metros esta el desvío a la izquierda para bajar al Puente nuevo, donde pararíamos para comer a las 11:30 .Empezamos a sospechar que la marca de 9 horas para realizar el recorrido, no la han puesto pensando en Senderistas domingueros como nosotros. Pero no hay problema, vamos sobrados de ánimo (ilusos).


En esta bajada hacia el puente hay otra bifurcación a unos 800 m. que nos hará dudar, ya que aunque creáis que es la de la derecha que incita a bajar, tomad la de la izquierda que bordea la falda del collado de manera mas cómoda y os llevara por la ruta adecuada. En plano, creo que la otra bifurcación lleva al mismo sitio, pero es bastante menos relajada.



Esta bajada, pasa de sendero a una suerte de calzada de piedra. Tiene unas bonitas vistas y una parte en la que deberéis ser cuidadosos si hacéis esta ruta con lluvia o humedad, ya que por tramos deberéis caminar por la misma roca de la montaña, pero merece la pena. 


¡lo que nos queda!. Buff...





En frente comenzamos a divisar la subida que nos espera una vez crucemos la garganta de “La Serra” pero por ahora disfrutemos de uno de los tramos mas relajados de la ruta.






Llegamos por fin al Puente Nuevo. Estamos, como os decía, en la garganta de  “La Serra” que al unirse con la de “Las Yeguas” forman posteriormente la garganta de “Los Infiernos”. Aprovechamos para reponer fuerzas de manera comedida, ya que no hay nada peor que subir una cuesta infinita (si...si... exagerado), con la barriga llena. Ya me contareis cuando la hagáis.

El caso es que aprovechamos además de reponer fuerzas aprovechamos para ajustar botas, mochilas, etc. Y beber agua... Tal vez mas de la debida??



...Por cierto, y dado que me toco sufrirlas, os doy otro “Senderoconsejo”; en caso de ampollas, no hay nada mejor que aguja e hilo, y me explico. Lo peor de las ampollas es que se revienten, porque la mejor protección para vosotros es vuestra propia piel, pero una ampolla llena de líquido es siempre dolorosa. Atravesadla con la aguja y el hilo, por supuesto sin tocar la carne, y luego cortad el hilo dejando dentro de la ampolla un trozo que asome por los dos lados de la misma. La idea es que el líquido que seguirá produciendo la ampolla y el que ya tiene, se drene al exterior a través del hilo, evitando el dolor y permitiéndoos seguir andando. Si tenéis mercrobina roja de toda la vida, aprovechad a empapar el hilo una vez efectuado el cosido para que penetre en la herida y ayude a secarla. Después, tapad la “reparación” con una tirita, y a seguir andando. Aunque al principio parezca que os va a doler, ya veréis como en seguida estáis otra vez en forma. ¡Ojo! Este remedio solo es valido para las ampollas producidas por roce. Nunca para las ampollas producidas por quemadura u otras causas. El hilo lo podréis sacar cuando queráis, pero yo os aconsejo en dos o tres días tras los cuales ya empezara a  endurecerse la nueva piel.
               
   Estuvimos comiendo media hora mas o menos, ya que empezábamos a ser conscientes del incumplimiento del horario previsto y tras cruzar el puente, comenzamos la ascensión del collado de “La Encinilla” (1.592 m.)
     
         Marchamos en continua subida que de manera mas o menos pronunciada, nos permitió mantener un ritmo constante hasta que abandonamos la vertiente de la garganta de “La Serra” para acometer la vertiente de la garganta de “las Yeguas”. 
Vista de "Las Losas" desde "La Encinilla"
     Aquí la subida comenzó a complicarse en cuanto a la pendiente.


Fuentes secas o en vías de estarlo
        ...Pero se añadieron dos elementos "extras" que amenazaban nuestra aventura en dos frentes bien diferentes, pero que nos podían dificultar bastante las cosas. Por un lado, todas las fuentes que discurren por esta subida estaban, o secas, o prácticamente estancadas, por lo que entramos automáticamente en DEFCON 3, o alerta amarilla ya que nuestros cálculos de consumo de agua, se vieron repentinamente  trastocados al menguar nuestra posibilidades de conseguirla y nos obligo a mantener el control sobre cualquier bebida hasta llegar a la penúltima garganta antes de acometer la subida de “Las Yeguas”  donde hubiéramos entrado en DEFCON 1 o alerta roja ya que aun nos quedaba camino por delante.
Por otro lado, a mi santa esposa comenzaron a jugarle malas pasadas unas continuas sobrecargas musculares en las piernas, que nos hacían parar continuamente, con el temor añadido de que no pudiera continuar. Esto era debido, a que las rampas comenzaron a ser mas empinadas que el tramo anterior, y a que el sedentarismo que nos distingue, son un factor que no había calculado correctamente en la programación de la ruta. (Senderoconsejo: Suele ser la falta de potasio la que provoca la mayoría de los calambres, incluidos los típicos de “se me sube la bola”. Llevad plátanos que son ricos en potasio y si es posible bebidas isotónicas si sois propensos e estos problemas.)


         Voy a confesaros, que este contratiempo fue aprovechado disimuladamente por mi, para recuperar el resuello que también comenzaba a faltarme a comparación del resto de integrantes que parecían habituados a estos menesteres.






 Aprovechemos estas paradas para dedicarnos a la sublime tarea de la contemplación.
            
     

    
    Pero volvamos a la ruta. Una vez pasado el tramo de subida, continuamos por un falso llano ya que la subida es muy tenue pero continua faldeando la montaña, en la que las vistas de la garganta de las Yeguas son espectaculares. 

    El problema es que a estas horas, el sol nos castiga severamente. Afortunadamente la brisa que sube de la garganta es fresca y alivia nuestras angustias.

En este intervalo, nos adelantaros don senderistas a un ritmo que tuvimos que apartarnos para no ser arrollados. (Envidia)



   Hay que reconocer la encomiable labor de restauración que durante nuestra marcha realizo Esther en su papel de consejera delegada del mantenimiento de hitos y señales varias, que buen servicio prestarán marcando el arduo camino de futuros navegantes. 







   Tonterías aparte, también era la encargada de ir señalándonos, al grito de “una fresquera”, las pocas zonas de sombra que podíamos aprovechar. 






  Pero debíamos continuar. Todas las paradas extras corrían en contra nuestra 











  Llegamos a “Los Escalerones”, un barranco digno de mencionar en mitad de la ruta, y que le da emoción a la misma si te atreves a asomarte al borde.







   

    A partir de este momento, la ruta se convierte en una especie de selva, con una nueva subida corta pero pronunciada, que nos acabara llevando a una garganta que se atravesaba  por una antigua pasarela...







         



    ...y que este verano debe haber perecido ya que todas las excursiones que habíamos visto en Internet, hasta Mayo de este año se encontraba operativa. 






¡Por fin!!!!
    Por fin conseguiríamos agua fresca y buenísima, y aunque yo soy particularmente reticente a beber directamente del campo, os aseguro que estaba buenísima y sana. Hasta el momento no hemos sufrido ningún síntoma extraño.

       …Y nos paramos a comer junto a los dos senderistas que nos adelantaros y cuyo destino era continuar por la cuerda de Las Yeguas hasta la Covacha, hacer noche y volver a Tornavacas. Esperamos que tuvieras éxito.

      Eran las 15:00 mas menos, y paramos durante otra media hora para recuperar fuerzas, que ya comenzaban a flaquear.
¿Que flor es esta?



 Desde este punto hasta el siguiente puente, cuya travesía era llana, el terreno de matorral y helechos, mas bien parecía una selva y despistarse mas de 4 m. podía traducirse en despistarse del grupo.


    Atravesamos el último puente de la Sierra de los Tormantos y comenzamos la que sería la última subida en acometer, con dirección a la loma de las Yeguas. Esta subida la tomamos con mas calma, ya que aunque no muy aguda, si fue bastante larga.
          






            

            Por fin llegamos a la cumbre donde dicen que Carlos V exclamo; "¡No volveré a cruzar mas puerto que el de la muerte!"... ¡No sa 'jodio'! Aunque iba en silla, los meneos que tuvo que sufrir tuvieron que dejarle el cuerpo hecho unos zorros. 



       



             


      
       Y ...no se ve Jarandilla. Es Aldeanuava de la Vera el pueblo que aparece, por lo que calculamos que el tramo final, aunque de bajada, seria bastante duro e interminable, como nos había referenciado el relato de la ruta de los amigos de “Locandares”
¡Malditas piedras sueltas!!
   

  
No nos equivocamos ni ellos exageraban. Piedra suelta, arbustos elevados, senderos estrechos, mala señalización... Menos mal que mi estimado cuñado Diego, que desde el primer momento tomo la cabeza de la marcha, se aplico a la tarea de marcarnos todas la señales que iba descubriendo al grito de “marca y monolito” en referencia a los Hitos que jalonaban el camino. 

Os aseguro que durante esta ultima parte de la ruta era tranquilizador escucharle y saber que seguíamos la ruta correcta. No sabemos a quien pertenece este último tramo de travesía, pero nada que ver con la señalización que habíamos tenido durante el tramo de Tornavacas, donde se ve que se esmeran en su mantenimiento. Cosa que no podemos decir de esta parte, pero en muchos casos fue producto del azar y del GPS, el que no nos perdiéramos.

Vista de la bajada desde la fuente del "Beato"





  Larga y complicada bajada hasta la fuente del “beato” en la garganta Yedron. Pero ya estábamos mas abajo. La fuente estancada en un breve hilo, pero, al menos, el río fresco para remojarse con alivio. 


Nos proporciono, eso si, una buena sombra para merendar y en lugar de café, un red bull que esta vez, confirmamos que da alas, sobre todo si no recuerdas que anteriormente te habías tomado un Ibuoprofeno para el dolor. La reacción puede ser apoteósica, como podrá relatar a sus nietos mi estimada y guapa sobrina, que durante la siguiente hora y media, nos entretuvo la marcha con un relato encadenado de comentarios sobre loa asuntos mas variopintos que podáis imaginar. Nos animo el final de la caminata y nos la hizo mas llevadera. Ella fue la gran revelación de esta marcha. No teníamos mucha  confianza en que pudiera acabarla de una pieza y el resultado fue que a poco mas y nos tiene que ayudar a llegar a los demás. ¡Felicidades!.







Volvimos a adentrarnos en el bosque, y otra vez las moscas puñeteras se empeñaron en fastidiarnos el tramo final. 










A la derecha. No lo penséis mas!!!


Aunque atravesamos un tramo despejado, desde el que se ve (¡Por fin!), Jarandilla...





...y donde deberéis volver a tener cuidado con las señales que parecen equivocas, el bosque nos mantuvo ocupados durante otro kilómetro y medio. 



(Mas bien las moscas, mas agresivas si cabe que las anteriores y acompañadas por unos infiltrados tábanos que buena huella nos dejaron).

Por fin terreno conquistado. Aparecemos en la carretera que sube al Guijo de Santa Bárbara para emprender el tramo final y que a la vez es el mas familiar ya que lo hemos recorrido innumerables veces de paseo por Jarandilla, base de nuestra partida y residencia de la familia.
'Yasta Chupao'



Ya solo queda subir la carretera unos 50 m y girar a la derecha para continuar el sendero hasta el “Puente palos” 



...y una vez atravesado seguir paralelos al camping hasta llegar a la carretera de Jarandilla donde mis queridos hijos vinieron a buscarnos y nos alegraron el final de la marcha.


Foto final en el parador para volver a demostrar que llegamos en condiciones presentables
Total 12,30 Horas para una marcha que en principio debía de habernos llevado 9 horas.
¿Sabéis una cosa? Da igual, Nosotros la hicimos y si hay próxima ya batiremos nuestra marca. Lo que es seguro es que muchos de los proyectos que pensábamos que no podríamos realizar, han pasado a la carpeta de posibles.
Esperamos que este relato os sirva de guía y os ayude a realizar esta larga pero espectacular travesía llena de historia y de aventura.
Besos.


Pd.: Al final mi cuñado me hizo madrugar a las 07:30 para ir a por el coche y el “jodio” se quedo dormido. 

Nota 1: Para ser justos, y conceder a cada uno el merito obtenido, (amén de que Kevin acaba de recordarmelo), os confesaré que mientras las generaciones con mas experiencia tratábamos de reponer fuerzas con un sueño reparador, Mi sobrina Esther y el susodicho Kevin, tuvieron la desfachatez de largarse de fiesta hasta las 05:30 H. de la madrugada. ¡Hay que ser degenerados! ...O lo que es lo mismo, cochina envidia la nuestra.