sábado, 7 de abril de 2012

120407 Jarandilla y sus tres puentes


07/04/2012 Jarandilla y sus tres puentes sobre la garganta Jaranda

El senderismo no solo ha de ser un ejercicio donde tengamos que sufrir los desvaríos y sobreesfuerzos impostados por los iluminados que, como yo, organizamos las rutas.
Siempre tratamos de que sean vistosa y sorprendentes, y para ello buscamos lugares ocultos, pensando erróneamente que estos se encuentran en lugares inhóspitos donde solo se puede acceder sufriendo interminables cuestas, arriesgando en canchales, o atravesando zarzales.
...Pero no es así. Muchas veces, al lado mismo de nuestros entornos mas frecuentados, hay un simple paseo, o un camino que nos pasa desapercibido, y que puede llegar a encandilarnos el día que decidimos que, ya que estamos por aquí, a ver que hay...
Y generalmente si que hay, y bastante.
Este es el caso de la ruta que emprendemos hoy. Llevamos viniendo mas de 25 años a Jarandilla y un día se nos ocurre preguntar en la oficina de turismo si hay alguna ruta en Jarandilla que no hayamos hecho...
 Antes de seguir, un inciso para futuros visitantes, y que no se si me agradecerá el personal de la O.T. o por el contrario se acordara de mis difuntos antepasados confinados bajo cristiana sepultura. Apuntad; Acercaos a la nueva oficina de turismo, situada al pie del parador, una caseta prefabricada de madera donde encontrareis a un tipo peculiar especialmente atento.
Si llegas y eres el primero, entonces ¡Genial!. Te explica todo al detalle, te lo dibuja, te lo señala, y no te acompaña, porque no puede dejar la caseta vacía.
...Pero amigo, si tienes que esperar cola, te desesperas porque lo mismo hace con todo el mundo.
Personalmente, lo agradezco, y le felicito por su labor porque gracias a el, hoy os puedo decir que, aunque mas que ruta es un largo paseo, nos descubrió este paisaje que hoy os enseño, y que creo que realizaremos asiduamente.
En este relato no tengo la intención de extenderme mucho, ya que tuvo un aire un poco melancólico o mas bien nostálgico, y con ese espíritu me quiero quedar.
La ruta completa, marcando el Parador como punto de  partida y final de la misma, tiene una longitud de unos 19,5 Km, y calculad que a un paso medio podréis hacerla en unas 5,30H horas, paradas incluidas. Nosotros, con los nanos, necesitamos una hora más, pero no hay problema.
Aunque esta diseñada para hacerla de un tirón, nosotros aprovechamos que tenemos casa de la familia cerca, para acercarnos a comer a media ruta y continuarla después.
 Comenzamos solo los 4 y, ya puestos, en lugar de tomar la carretera EX-203 que recorre toda la Vera (luego la pisaremos. No hay mas remedio), atravesamos el magnifico parque de Jarandilla.
El día apunta a que lloverá y nos pueda pasar factura la osadía, así que comenzamos con los dedos cruzados, y sin liarnos la manta a la cabeza que pesa y como se moje, entre el peso y la peste, habría que desistir...(las mantas siempre huelen fatal cuando se mojan)
             Si os acercáis a este bonito pueblo en verano, teneis que venir al parque. Sobre todo  por las mañanas con los niños y por las tardes a relajaros, ya que se esta fresquito y es un buen lugar de encuentro... para familias, ¡eso si!.
                        Tras atravesar el parque, bajamos hasta la carretera de antes, la EX-203, y nos encaminamos hacia la derecha, dirección Aldeanuela de la Vera, por la acera del paseo que lleva hasta la garganta, y que metros mas allá se ha quedado sin presupuesto.
            Las malas lenguas dicen que las diferencia políticas frenan o retoman proyectos según el color del que gobierna, pero hoy en día da igual. No hay ‘pasta’ para nadie.                  
Cruzamos con cuidado la gasolinera, y la casa cuartel también...
     ...La cruzamos me refiero... 
        La casa cuartel...
¡Vamos!, que para cruzarla no hace falta ir con cuidado, a no ser que estés buscado por las fuerzas del orden, o estén regando.
            A unos 500 m. tenemos este desvío a la derecha.
            No es necesario cogerlo, pero es mas seguro que ir por la carretera ya que no hay ni acera ni protección alguna. Desviandonos por aquí bordeamos el peligro.
            Tras andar unos 300 m. volvemos a caminar paralelos a la carretera por la acera del paseo que estamos recorriendo.
            Poco mas adelante, un nuevo desvío (a la derecha) nos aparta ya de la carretera y nos adentra en la ruta hacía le bosque que es donde mas a gusto nos encontramos.
            Aquí, un nuevo desvío que tomar, a la derecha.
            Todo este tramo, y hasta pasado el puente de Palos, la ruta coincide con la ruta imperial de Carlos V, por lo que veréis algún cartel con las indicaciones.
            Ultimo desvío por el que abandonamos la pista cementada, y que nos adentra en el bosque que camina paralelo al camping de Jarandilla.
Lo de las lluvias tardías, traen estas estampas mas invernales que de primavera.



Pero el bosque esta precioso.

            Y con esta luz ,que le da un aire mas bucólico y apacible, nos recreamos en él, que tampoco hay prisa.
            



           La senda nos lleva junto a la valla del camping.



    Pero enseguida salimos a terreno abierto.

            ... Y el puente 'Palos' ya se nos muestra.


Cruzamos el primero de los puentes de esta ruta y, como podéis comprobar, hay varias señales de las diversas rutas que coinciden en este tramo.



      La garganta, que hoy añora tiempos mejores.

           


      En este punto, giramos a la izquierda tal y como nos indica la señal.


       ...Y en este otro punto, nos separamos de la ruta de Carlos V, que gira a la derecha, mientras nosotros nos encaminamos hacia la izquierda.

            Tal y como nos temíamos, nos comenzó a llover aunque de manera suave. Por la noche había nevado en la sierra, lo que nos dejaba ver una estampa desconocida, hasta ahora, en lo que va de año.
           

     …Y lo bueno de caminar en familia y sin prisas es que disfrutas mas el momento.
        Esta foto es de Marco.

El carril que llevamos nos sigue sorprendiendo con bonitas estampas del bosque.
            


     Salimos de la arboleda, y vemos Jarandilla a nuestra izquierda

            …Y si esta ruta es peligrosa en algún punto, es en este.
            Nos desviamos hacia la izquierda, y tenemos que cruzar la carretera.
¡Mucho ojo! Tanto a la izquierda como a la derecha, no hay mucha visibilidad, y es un tramo rápido, por lo que cualquier precaución es poca, sobre todo con los nanos.
            
          Esta es la vista atrás del punto por el que hemos cruzado.

            





       
         Nada mas cruzar, una nueva indicación de la distancia hasta el nuevo puente.
            


      Otra encrucijada a tener en cuenta. ¡De frente! Por el camino de tierra








Nueva vista de Jarandilla y del parador.
Lastima de cables, porque la imagen de la sierra bien merece la pena traerla aqui.
Podría intentar retocarla, pero mejor dejarla como es en realidad.
            


       Esto si que anuncia el comienzo de la primavera

      Y ya comenzamos a ver el segundo puente. El ‘puente Parral’
      


       ¡Nos vamos hacia él!...
          Aquí encontrareis una zona recreativa, con una reproducción del puente (en primer plano).
            En verano, esta zona se convierte en una piscina natural muy visitada, a veces en exceso, y también encontrareis el restaurante de ‘La Abuela Polina’ que no me da un duro por la promoción (cortesía de cliente agradecido), pero donde hemos comido muy bien alguna vez, y tiene una terraza genial para después del baño.
Para continuar la marcha, debéis seguir hacia abajo, de frente según la foto.













Puente Parral
Foto en el puente y seguimos


    Dejamos el puente atrás y ahora debemos caminar un tramo por asfalto.
Mucho cuidado porque hay bastante tráfico entre las parcelas y casas de esta zona.

            La tarde ha cambiado totalmente de luz en comparación con la mañana, lo que le da mas vistosidad al paisaje
            El asfalto se ha transformado en tierra, el trafico prácticamente desaparece, y os dejo unas pocas fotos, que os confirmaran que merece la pena pasear por aquí.

                      

   Ita y M. Flor …que aunque casi nos la cargamos, creo que el paseo le gusto.





      Víctor, Enrique, Marco y Alex, que como siempre se portaron genial.

            

       Llegamos a este paso canadiense (dispuesto para evitar que el ganado salga de su zona de confinamiento), y giramos a la izquierda.
            

         Veréis dos caminos, según giráis a la izquierda. Volvéis a coger el de la izquierda que es cuesta abajo.

            El camino se transforma en una  calzada romana, o al menos reconstruida en época posterior. No tengo datos reales sobre su origen, pero si que he encontrado alguna referencia a una antigua calzada rehabilitada por los monjes de Yuste para acceder a sus fincas, y es muy probable que sea esta.
Se nos muestra el tercer puente o ‘puente Jaranda’.
Puente Jaranda
¡Cuidado al transitarlo! No tiene protecciones laterales, y la caída ronda los 20 m.
          
                 
            ...Sobre puro y duro pedernal.












Foto de Alex, para compensar la de esta mañana de Marco

            No se si tendrá mucho transito este paraje. Aparentemente no, y es de esos sitios de los que esperas que siga siendo semi desconocido para que no se estropee ni la zona ni el entorno. ...Ni tampoco una debil, pero tangible sensación de armonia con la tierra, que aunque suena pedante, se te pega en la piel.

Encontrareis este refugio, ya abandonado, pero que muy bien podría volver a restaurarse.
Tiene un escudo del PCPN, y para alivio de mi sobrino Enrique, le diré que al final descubrí que pertenece al servicio forestal denominado Pesca Continental, Caza y Parques Naturales, adscrito al ministerio de agricultura y que entre sus atribuciones tiene las de regular la caza y la pesca, haciendo respetar la ley vigente.


Aprovechamos para merendar , y nos damos la vuelta que se hace tarde.


    La tarde va cayendo.


      El camino de vuelta es el mismo hasta el puente Parral.

            La sierra sigue preciosa con las nieves de anoche





          



Un arroyo cruza el camino
 
         Y algún que otro espectador nos saluda al paso
            

A este se lo cedemos nosotros, que bastante faena lleva el pobre.



       …Y llegamos al puente Parral con las ultimas luces

         En este punto de la ruta, nos desviamos de la que traíamos para cruzar el puente y subir al pueblo por la carretera hacia la piscina municipal.
           

     Nos despedimos del restaurante de la abuela Polina

         



 Y de la garganta
 
            




Nada mas cruzar el puente, giramos a la izquierda para emprender el regreso definitivo hacia el pueblo.
Cuidado que aunque parece una carretera tranquila, tiene bastante transito para las fincas.

…Y desembocamos de nuevo en el parador.
 
    Desde donde nos despedimos, con la intención que os comentaba al principio de volver a recorrerla muchas mas veces.