viernes, 2 de agosto de 2013

130907 Tella – Ruta de las tres ermitas

130907 Tella – Ruta de las tres ermitas

A 1384 m. de altura y orientados al sur para aprovechar el calor del sol, y con la espalda cubierta por un murallón de roca que les protegía de los fríos vientos del norte, se establecieron en Tella sus primeros pobladores y nos vamos allí para comprobar si eligieron bien.
Esto es mas o menos el resumen  del panel informativo que os recibe en la oficina de turismo y para ampliarlo un poco os diré que Tella viejo es prácticamente una calle con las casas a ambos lados, aprovechando el resguardo legítimo que les brinda  la montaña.
La iglesia, la oficina de turismo, alguna casa nueva y el cementerio están en la parte alta, apartados del abrigo natural que protege al resto del pueblo, así que rezar en invierno o morirse, debe dar mucha pereza como los fríos norteños soplen con ganas.
Este pueblito, que diría mi tío Mariano con su acento de emigrante colombino  que aún no ha sido capaz de sacudirse (en él suena genial), es de lo mas típico y representativo del prepirineo escondido que podéis descubrir. Serrano en alta montaña y pequeño, un tanto aislado y con un pasado que estimo mas supersticioso que religioso, (cuidado que estas cosas no se pueden decir así como así) pero tranquilos porque no es faltarles al respeto. Si lo comento es porque tienen un gran apego a la causa / memoria brujeril, de la que soy partidario aunque solo sea por llevarle la contraria a la insanta inquisición que tanto perjuicio ha provocado en este santo país (evidentemente, lo de santo, es un sarcasmo). Esta muy cuidado. Todas sus casas están en armonía tanto con el entorno, como con el prototipo típico de construcciones en esta zona de montaña, mucha piedra y muro grueso. El resto de madera.
Llegó a contar con hasta 7 iglesias y eso me hace pensar que, una de dos, o en este pueblo eran muy, muy, muy devotos. O eran muy, muy, muy... ¿temerosos de la ira de Dios?, porque si uno espera perdón y comprensión y caridad y una plaza en el cielo y... ¡Déjalo Antoñito que te metes en cenagales de los que luego no sabes salir...!
¡Digo yo!, que... para rezar a un mismo Dios, 7 sitios diferentes en un pueblo tan recogido, denota algo mas parecido al vicio que a la devoción. Si esto fuera guasintón EEUU o Alabama, y la riqueza multicultural se respirara en el ambiente, podríamos pensar que aquí deberían haber contado con Adventistas, Testigos de Jehová, Judios, Amis, Mormones, Protestantes, Luteranos, Católicos, Anglicanos, Coptos, Ortodoxos, y hasta un salón de la cienciologia. ¡Pero no! Cuando vengáis por aquí descubriréis que es un encanto de pueblo Ibérico montaraz y pequeño, con gente un tanto reservada, (¡es lo que implica el turismo de paso!), pero con todas las necesidades que podáis requerir en una zona como la que vamos a pasear.
Lo primero que nos encontramos es que han habilitado una amplia zona de parking en las afueras del pueblo, y esto es de agradecer porque por la carretera que traeréis, en ningún momento pensaremos que el coche se pueda aparcar así como así.
Lo de las afueras del pueblo, es un decir, ya que estáis a 5 m. de la primera casa.
Lo segundo que haremos será allegarnos a la oficina de turismo donde podremos conseguir información de la zona y aledaños. De hecho, luego nos encaminaríamos a la ruta de los miradores de Revilla gracias a las explicaciones de las señoritas de este centro.
Dispone de un baño publico, que al menos, a primera hora, esta muy decente. Ya veremos como acaba a lo largo del día.
...Y en la parte de arriba, donde podemos visitar el museo del Oso, podréis reservar las entradas para visitar la cueva del oso cavernario, amen de otras actividades de aventura. Nosotros declinamos la posibilidad por cuestiones de tiempo y también económicas (por supuesto) ya que viajar, en estos tiempos, sale caro. Imagino que la visita merece la pena, pero para nosotros ya habrá otra oportunidad.

Nos encaminamos hacia la ruta que es a lo que hemos venido, y para ello nos dirigimos hacia la iglesia parroquial de San Martin.
Desde su misma puerta se inicia la caminata que como es cortita, y según el panel no debería llevarnos mas de una hora, nos hace prever una paseo tranquilo y revelador.
Aquí podéis apreciar el camino que llevamos y que se dirige hacia arriba, como es típico en todos los pueblos de España. Allí esta colocado (de situado, no de fumado) el cristo o la virgen correspondiente, en lo  mas alto. Que digo yo que ya son ganas de fastidiar, aunque últimamente se me antoja otra razón mas mundana y es que después de subir al santo o a la santa a lo alto, hay celebraciones de comida con vinillo (muuuucho vinillo), y volver, es siempre mejor cuesta abajo cuando andas algo cocidillo.
Otra cosa que podréis observar es como el pueblo esta totalmente respaldado por la montaña, con unas vistas fantásticas hacia el sur.
¡Al lío, que ya me lío!
Esta ruta, que yo incluiré en el apartado de paseo ya que no supera los 2 Km, y en el cartel de información nos sugiere una duración de 50’, nos va a llevar de visita por las tres ermitas del pueblo. Apenas tiene desnivel, aunque como siempre alguna cuesta arriba y alguna cuesta abajo encontrareis.
No tenéis que buscar ninguna coordenada extraña en el navegador, ya que en Tella tenéis toda la información y el punto de partida.
Es muy fácil y de verdad que debéis tomárosla como un paseo por el parque, pero con mejores vistas y aire mas sano. En cuanto al personal, nosotros fuimos un grupo familiar con los abuelos septuagenarios incluidos, y a parte de alguna paradita adicional para descansar, esto es como la caminata que os dais en el pueblo mesetero después de comer para desengrasar la fabada que con tanto amor os pone la suegra, ¡no quiero mas! ¡toma cuatro cazos!.
Los escasos puntos del recorrido que puedan parecer ambiguos o confusos, están marcadas con un cartel indicativo.
A pocos metros del pueblo comenzamos a adentrarnos en el bosque muy bonito el..
Encontrareis montones de paginas donde os explican las especies de árboles que nos vamos a encontrar, pero como yo soy profano en la materia no os voy a despistar elucubrando sobre pinos, robles o chopos ribereños.
El caso es que una vez adentrados en el frondoso arbolado, agradecemos la sombra que en Agosto es gratificante. Hemos escogido unas fechas en las que ni Huesca se libra de los rigores del calor.



Fresas silvestres.
Foto de parte del grupo.
El que habla soy yo con la mano levantada.
El de las gafas....
Si, si, aquí, al lado del árbol.
El de blanco, ¡coñe!. El otro es el abuelo.
           
            Una visión del norte, de donde provienen siempre los invasores bárbaros en casi todos los guiones peliculeros.
            El norte, origen de peligros y destino de aventuras. 
            ...Pero nosotros nos encaminamos hacia el Oeste que es donde esta la primera ermita.    

           
       Avistamos la primera ermita de San Juan y San pablo. Consagrada en el 1019. Situada en el Puntón de las Brujas, nombre con el que ya nos comenzamos a hacer una idea de la presencia histórica de estas poderosas mujeres que tanto bien procuraban a sus vecinos y tanta sombra hicieron a los curas, por el solo hecho de preferir la razón a la fé, la naturaleza sanadora al milagro, y el conocimiento al oscurantismo.   Siempre me sale la vena atea. Se va a enfadar la Asun como me lea...
            
            El caso es que esta situada en un lugar privilegiado con un paisaje fascinante y es que los curillas saben elegir los sitios.
           
         No he sido capaz de descubrir ninguna referencia sobre el origen o el pasado templario de esta ermita, pero la figura del altar parece indicar que alguna relación tuvieron.           

      No obstante, la estatuilla de los religiosos con la espada se ve muy reciente. Es posible que solo sea un reclamo para darle mas atractivo. Detrás de las figuras hay unas cuantas notas que parecen promesas y agradecimientos y que respetuosamente dejamos en su lánguido reposo.
             
                Posee una pequeña cripta que, como todas, parece rodeada de misterio, pero en la que solo encontramos lo que parece un resto de una pila bautismal??. Creo que si os fijáis bien, descubriréis unas sepulturas antiguas de las que nosotros tuvimos un conocimiento postrero.

    En el exterior es donde podréis disfrutar del verdadero espectáculo.



Una vista del bosque que hemos atravesado por la parte izquierda y donde nos sumergiremos nuevamente hacia la derecha.


    Imagen familiar y nos vamos a la siguiente ermita.
           

         El abuelo y su sempiterno bastón con el que es capaz de meterse por cualquier sitio.
             
          
      Una vista atrás de la ermita y el punton de las brujas.
           


           Llegamos a la segunda ermita. La de la Virgen de las Fajanillas. Originaria del siglo XII y restaurada en el XVI.
            Durante unos años fue la parroquia del pueblo.
           

             Aquí encontrareis un panel con referencia a las brujas, alguna leyenda y como protegerse de ellas.
            ¡Lo que procuraba la ignorancia!
            
           En esta ermita descubrimos un monton de ofrendas, Debe de ser la mas visitada de todas por los vecinos de Tella.
Ermita de la Virgen de Fajanillas
             


           


        Justo enfrente de la de Fajanillas, que dejamos al fondo, tenemos la tercera ermita, a donde nos dirigimos en estos momentos.
            Como veis esta es la parte mas fastidiosa de la ruta por ser la cuesta mas pronunciada, pero es relativamente corta y se hace enseguida.
            Aquí el abuelo y su bastón os dejaron un tanto solos, pero ya que llegamos hasta aquí, hay que visitar la tercera ermita.
            Ermita de la Virgen de la Peña, del siglo XVI.
           
          Mas paisajes que echaré de menos cuando me siente enfrente de la pantalla del ordenador cada mañana
          La niña no es de nuestro grupo, pero si acentúo los colores de la foto,  parecerá una estampa suiza. Solo falta la vaca morada de Milka.
            Al fondo podeos ver la ermita de Fajanillas.
           
               
            El interior abovedado de la ermita, nos sorprende ya que el exterior tiene la figura típica de una vivienda rural rectangular.
            Supongo que será para darle mas resistencia en época de nieves.

Probablemente hay una explicación  sencilla que aclara este tipo de construcción, pero a mi se me escapa.
El caso es que nos parece muy singular y curiosa.
Ultima vista espectacular del punton de las Brujas...

            

        Otra del grupo en familia con las vistas del paisaje y la carretera que nos llevará de vuelta a Escalona....
          Tella, nuestro destino final después de este bello paseo que tan buen sabor de boca os va a dejar.

         

          Hacia allí nos dirigimos...
Una vista atrás y nos despedimos de este paseo santoral.


   Entramos triunfalmente en el pueblo por la calle principal.

   Y descubrimos una fuente que buena falta nos hace con este calor que empieza a apretar con ganas


   Comprobamos que efectivamente el pueblo se ha construido sobre este eje central, y el cuidado que rayando el mimo se le profesa al aspecto del mismo.
Pasamos por delante del museo de las brujas, pero a estas horas esta cerrado y no podemos comprobar las sorpresas que pueda brindarnos. Si os allegáis aquí y lo visitáis, ya nos contareis lo que ofrece y si merece incluirlo en la visita (esperamos que si).
Reaparecemos junto a la parroquia de la que partíamos.
Muy buenas sensaciones, y una ruta excepcional, tanto por el paisaje como por las visitas espirituales, que aunque uno no sea muy creyente, debo admitir que tiene su interés aunque solo sea por el hecho histórico y lo que uno imagina asociado a él.
Evidentemente hemos tardado mas de 1 H (creo que han sido cerca de 2), pero no os preocupe demoraros en el transito, ya que realmente es espectacular.


   Nos arrimamos nuevamente a la oficina de turismo para comer algo, y reponer fuerzas que aún nos queda mucho que andar este día.
      A continuación recorreríamos los miradores de Revilla y por la tarde la ruta del agua en el Cañón de Añisclo, que por supuesto también os recomiendo.

  En Tella solo nos queda acercarnos al Dolmen que esta en la misma carretera que traíamos, y que aparte de la curiosidad turística, tiene un panel explicativo de cómo se construían este tipo de  monumentos funerarios, como fue el propósito de este, aunque posteriormente se le ha ido dando varios usos.
No tengo mas que comentaros sobre esta visita / paseo a Tella que no haya sido capaz de mostraros en las fotos, pero dejadme deciros que si estáis por aquí sería un pecado terrible no venir. Al menos siempre podréis redimiros en cualquiera de sus ermitas.
Nos alejamos con la sensación de que debemos volver a estas tierras para explorarlas y sentirlas como se merecen.
                   Para despedirme, una mención prometida al colgante nativo del bosque de Tella con el que Esther tuvo el buen signo de tropezar y que fácilmente podrá convertirse en un talismán de brujilla. ¡Eso si!..., de las buenas.
Como siempre ¡Buen camino!
Besos.