domingo, 10 de noviembre de 2013

131027 – Cercedilla Ruta amarilla – Pico de Majalasna


131027 – Cercedilla Ruta amarilla – Pico de Majalasna 
               Segunda ruta en el valle de la Fuenfria.
Si la primera que hacíamos, hace dos semanas, era de descubrimiento, esta segunda es para afianzarnos en esta zona y confirmar que venir aquí es venir a disfrutar de un rincón privilegiado en  Madrid.
Se que me adelanto al desenlace de los relatos que sobre estas rutas os pongo, y os debo, pero es absurdo dejar para después lo que vosotros mismos confirmareis cuando vengáis...
...Que ya os avanzo yo que vendréis.
Para nosotros este recorrido es, de todos los recomendados por el organismo de turismo responsable de la zona, el mas completo, tanto por lo vistoso, divertido, heterogéneo, complejo, aparatoso e interesante de cuantos vamos a patear, pero siempre sin desmerecer al resto, que cada uno tiene su encanto.
Como en otras ocasiones, vamos a comenzar en el parking de Majavilan, para tomar el primer tramo de la Calzada Romana, donde tras atravesar el puente Romano, nos dirigiremos por el camino Agromán hasta un puentecillo que no atravesaremos. De allí iremos a la pradera de la Fuenfria, encrucijada de caminos que nosotros aprovecharemos para buscar el camino Schmid hasta el Collado Ventoso. Bajaremos por la senda de los Alevines (jolín con los alevines que debían ir por aquí) hasta la pradera Majalasna. Nueva bajada hasta la pradera Navarrulaque, y después a los miradores.
Mas bajada hasta el Raso de Pedro Morales, y luego por la vereda del Angel hasta casa Cirilo, donde ponen un café excelente. Tendremos que probar a comer aquí algún día.
Esta vez, si que os recomiendo que penséis en cribar el grupo que os acompañe porque muchos tramos del recorrido de hoy discurren por antiguas torrenteras de piedra suelta con mucha arista, y bastante pendiente. Avisad a los más frágiles por edad (...y me refiero a los mas peques, que los mayores ya saben cuidarse... Aunque bien mirado, hay mucho legionario que a los 40 esta mas cascado que mi suegro con casi 80) o por facultades, que el senderismo es, sobre todo, sensatez y cordura, y algunas rutas hemos de dejarlas pasar. 
La ruta, en sí, es muy fácil de seguir, y tranquila, pero es bastante exigente para senderistas domingueros como nosotros. Luego os iré detallando los distintos tramos, pero si además de no estar muy en forma, el tiempo no acompaña, pensaros en dejar esta para días apacibles y recorrerla con la temporada ya empezada y con algún Km acumulado en las piernas.
Antes de empezar a describiros nuestro paso por aquí, debo deciros que es una lastima no ser aficionado al seterismo... Si, si, al seterismo..., que al senderismo ya lo somos. 
Al final se hacen, en esta zona, jornadas micologicas de recolección de setas, con expertos micólogos que te indican si morirás o no al comer lo que coges. Y yo que pensaba que al ser parque natural estaba prohibido tocarlas.
            Hay mas tallas y modelos, pero como no entendemos, os ponemos fotos de algunas de las mas vistosas, y ya... si eso..., venís ustedes vosotros a comprobar la comestibilidad y propiedades alucinógenas de los elementos seteriles expuestos en estos retratos.  
Y ahora a andar que para eso hemos venido.
            Vamos a guiarnos por los topos amarillos durante toda la ruta.
          La distancia que recorreremos es de unos 13,5 Km con mucho desnivel que seguro que en wikiloc se analiza en los acumulados. Nosotros tardamos unos 5,30 horas contando las paradas de desayuno y comida, y los descansos necesarios. 
          

       Como os comenté en la ruta anterior, una característica relevante de esta zona es que podemos mezclar y cruzar las rutas según nos venga en gana, pero como somos relativamente nuevos, vamos a probar a realizar las rutas marcadas para coger confianza, y en un futuro haremos experimentos que ya os comentaremos.



Derecha o izquierda da igual, que van a parar al mismo sitio.
      











      Vamos buscando la calzada romana.

Hasta llegar al puente, romano también, para que este a juego con el contexto en el que nos estamos desenvolviendo en estos primeros pasos.
Nada mas atravesar el puente romano, nos desviamos a la derecha para allegarnos a los inicios del camino Agroman, aunque solo lo pisaremos unos pocos metros. 
           
    
       Traspasaremos este acceso que impide que el ganado se escape.
              Y por si lo dudábamos, nada mas hacerlo, nos encontramos con varios ejemplares como este.
Como siempre, este ganado es bastante asustadizo y se alejaran si os ven acercaros tranquilamente hacia ellos, pero aún así os recuerdo una de las principales máximas del campo y es la de no molestar animales, ya que al asustarse, al defender sus crías o en las épocas de celo pueden reaccionar de manera inesperada y procurarnos un susto bastante engorroso por no pensar en contingencias mas graves.

   Enseguida llegaremos a este puentecillo que se ve a la derecha, pero que nosotros ignoraremos y seguiremos en linea recta para hacer lo que mas nos gusta.... 
...Que es pisar  campo. 
Vamos a caminar unos metros a contra corriente del arroyo de la Fuenfría, hasta llegar a la pradera del mismo nombre, donde lo cruzaremos un par de veces para cambiar de ramal. 
La vereda que llevamos es un tanto silvestre, cosa que agradecemos ya que el caminar por pistas le quita emoción al asunto de recorrer bosque.
         










   Una subida nos da pistas de que hoy tendremos que sortear mas de una rampa...



   ...Y alguna nos hará parar mas de lo deseado. Pero luego os lo cuento.
Amenazaba día de frío y de inclemencias climatológicas (otra frase cursi y tontita de las que tanto me molestan, pero no se me ocurre otra en estos momentos).
Pero tuvimos suerte. Se convertiría poco a poco en un día agradable para salir y sobre todo para regocijarse (palabra muy consagrada en la carta a los Corintos según San Mateo) de este entorno.



     Cruzamos el arroyo por primera vez, y según veo la foto, mucho me temo que os he engañado y lo vamos a cruzar mas de dos veces.

Este es el mismo puente pero, si no saco a toda la familia, alguno se me queja y a ver como lo defiendo...
En caso de emergencia, también podrás cruzar por este... Pero sé, de antemano, que acabaras espatarrado en el arroyo, de donde te levantaras como un rayo chorreando,  con la sonrisa bobalicona en la cara, disimulando y diciendo  una estupidez como ¡No pasa nada! (hay quien dice ¡Vaya Host...!, pero eso es evidente y por lo tanto poco imaginativo). Comentario, éste, que será causa de escarnio y regocijo de la santa compaña que lo ha grabado con el móvil para publicarlo en Twiter, Facebook (¿caralibro?) o en cualquiera de estos sitios donde la privacidad y la complicidad de grupo no es lo que mas se valora.


La pradera de la Fuenfria.
.
..donde encontramos unos cuantos refugios como este.
No se la utilidad de los mismos. Si es una protección prefabricada para animales, si se trata de alguna actividad extraescolar de algún grupo scout, o si es un puesto de cazador liliputiense.


Si alguien lo sabe, por favor que nos lo cuente en comentarios y prometo publicarlo.


Por cierto... Cruzamos el arroyo por segunda vez.
Para arribar al cruce de caminos por excelencia en la Fuenfria.
Para esta ruta y en este punto podéis escoger entre dos opciones. La primera siguiendo la pista, que es la carretera de la republica, y la segunda cruzando hacia la calzada romana  para ver los restos de una antigua edificación y retomar la ruta mas adelante.
En este corto tramo en busca de las ruinas, seguid los  topos verdes.
Ya se que no os habíais dado cuenta, pero cruzamos el mismo arroyo por tercera vez.
Una vez lleguéis a estas antiguas ruinas,

que tiene su propio panel explicativo, pero en el que no se aclara que servicio prestaba, debéis encaminaros hacia la derecha o hacia el Este que en esta caso coinciden.
En apenas 50 m. llegareis de nuevo a nuestra ruta original.
Si echáis la vista atrás, veis perfectamente la pista y el punto del desvío correcto.




Desde ahora estamos pisando el camino Schmid.
A este tal Schmid debían de gustarle las cuestecitas, pero no adelantemos acontecimientos y paremos a desayunar que hay que coger fuerzas.
Aunque no se aprecie, estamos junto a una fuente de la que desconozco el nombre, pero en la que mana agua clara y podréis beber tranquilamente.




Y comenzamos un mini calvario, mas por el tipo de suelo que por la rampa, que aun siendo pronunciada, no molesta tanto como la piedra suelta


Una corta zona de revueltas, donde nos cruzamos con la calzada romana de nuevo,


pero enseguida tomaremos una rampa, medianamente recta hacia oriente, que ya no abandonaremos hasta el Collado Ventoso




Ya se aprecia que vamos ganando altura.



Lo malo de ser un fotógrafo pésimo, es que no acabo de darle la profundidad que quiero a ciertas imágenes, y no se aprecia que algunos trechos se las traen por lo empinados que están.
...Y es que a las 11 de la mañana y con el calor que no iba a hacer, pero que al final se anima y si lo hace, pues eso, que se nos hace cuesta arriba.
Ufff! La tontería que acabo de decir. Esto es como cuando te caíste al rio hace un par de páginas al cruzar por el árbol caído. Son expresiones tontunas y tan evidentes que denotan una imaginación por debajo de la media de nuestra clase política cuyo encefalograma plano da una idea del idealismo, inspiración y talento  con el que nos están ayudando a salir de la crisis.



Digo bien al decir ayudando, por que lo que es sacarnos, estamos saliendo cada uno como podemos.
¡Al lío!, que me caliento y pierdo el hilo.
Volvemos a cruzarnos con la carretera de la republica...



...a la altura de la fuente de Antón Ruiz de Velasco, al que ya mencionamos, pero no reconocimos, en la anterior ruta.


En este caso, traspasaremos la fuente, para comenzar a temblar al ver una rampa impresionante que nos quito las ganas de sonreírle al día, a la ruta, a la Fuenfria y a ‘la  madre que p...o’ al tal Schmid que debía de tener pezuñas de fauno o de sátiro (según la mitología a emplear) en lugar de piernas.
Pero menos mal que me dio por explorar un poco y descubrir que el topito se refería al camino adyacente a la derecha, lo que nos devolvió la alegría a de vivir.
Realmente fuel el GPS el que empezó a chillar cuando me desvié.
La verdad es que hay cierta confusión si no vas muy atento. El camino Schmid va marcado con los colores blanco y amarillo del P.R. 




El tramo que nosotros estamos recorriendo coincide con los lunares amarillos, y en este punto se bifurcan.

Vosotros ¡a la derecha y punto!.


Alguna cuesta encontramos, pero serpentea y se hace mas cómodo el ascenso.
En el horizonte ya se adivina la pradera del collado Ventoso (no hay que ser muy vidente para adivinar de donde le viene el nombre)



Donde tras disfrutar de un descansito....


Giramos dirección Sur para disfrutar la Senda de los Alevines




Y digo bien al decir disfrutar, ya que es un trazado que prácticamente llanea, lo que nos permite relajar el esfuerzo de la marcha y que además de divertido, tiene unas magnificas vistas del valle y de la zona en general.




Nueva fuente potable y que recibe le nombre de la senda ´De los Alevines’
Y aunque no estemos caminando en la cuerda, estamos bordeando la falda de Siete Picos, lo que nos proporciona la altura perfecta para comenzar a recrearnos con la ruta de hoy y confirmar que el Sr. Schmid tenía parte de razón al trotar monte arriba por estos territorios.



    Un sube y baja suave y constante,



Con su parte de Gymkhana
Tramos con algo de barranco. (Ojo que algunas zonas tienen algún peligro)




Utilizaremos las manos, que para algo tienen que servirnos de vez en cuando aparte de llevar el palito de las narices.
...O los palitos, que cuando hay que agarrarse siempre acabo siendo el porteador del grupo.
En el claro de la derecha se aprecia parte del trazado de la carretera de la republica, a su paso por el mirador de la reina.



Un pasadizo por el que los nanos deben agacharse
...y nosotros casi debemos arrastrarnos. 


A ver si soy capaz de aclarar el comentario de ‘prácticamente llanea’ cuando me he referido a esta parte del recorrido. En términos generales, y hablando en curvas de nivel, las diferencias de altura son mínimas, lo que no impide que en zonas concretas haya que bajar casi en tobogán...
...Para volver a ascender.
En este trazado se ha buscado la manera mas racional de sortear los obstáculos naturales de la montaña y del bosque, sin modificar o dañar el paisaje de manera invasiva o agresiva. Es por ello que se avanza siguiendo los cursos mas factibles entre rocas o árboles, lo que a veces obliga a dar pequeños rodeos  que en el fondo agradecemos ya que esta singularidad  nos regala cierto espíritu aventurero que echamos de menos en nuestras salidas.


Tanta luz, aparte de deslumbrarnos, nos avisa de que llegamos a la zona mas elevada.





La pradera de Majalasna.


Y el pico de Majalasna, al que hoy no subiremos, pero que es perfectamente practicable si os da por encaramaros a el y trepar cual gráciles cabritillas serranas.
Nos vamos hacia los caballitos donde, aunque no se aprecie, hay unos postes de madera con las marcas amarillas mas o menos por donde esta la zona señalada.
Bueno, en pie solo queda un poste, el otro anda por el suelo, imaginamos que por la influencia de la meteorología de la zona. No pensemos que sea obra de algún quijote  descerebrado que viene al monte a descubrir que lo que aparentemente son bienes comunes para guiar al personal, son en realidad engendros dispuestos para la ofensa de almas sensibles como la de ellos que se tornan en paladines de la defensa de la integridad y decencia de los incautos paseantes que surcan la sierra madrileña...
Puede que tal vez.. y digo puede... sea obra de algún gilip.... que no puede estarse quieto sin destrozarlo todo... No. ¡No pensemos eso!


La pradera desemboca en este pasillo que nos encamina a una bajada algo dificultosa.


Una vista antes de adentrarnos de nuevo en el bosque
Una vista estupenda de Siete Picos.


Como os decía, una bajada que discurre por una antigua torrentera de piedra suelta con arista.


Cuidado que a estas alturas del recorrido, se pierde concentración, y algún tobillo puede salir perjudicado.
Buscad los laterales que algo mas firme esta el terreno.
Después de un rato, desembocamos en la pradera de Navarrulaque donde nos detendremos a disfrutarla en una próxima ruta.


     Hoy seguimos adelante hacia los Miradores por la carretera de la republica con la que, de nuevo, nos encontramos.


Pasamos delante del mirador de Cela del que ya hablamos en la anterior ruta...



El mirador de Vicente Aleixandre que hoy tampoco visitamos.

    Y abandonamos la pista en dirección al mirador de Luis Rosales, pero que tampoco visitamos ya que estuvimos hace dos semanas.




Como dicen en El Tour de Francia, un falso llano que nos encamina a...
Una nueva bajada, que aquí aparece con el nombre de Senda Sevillano. En los mapas no figura este apelativo, pero al parecer esta es su denominación.




El caso es que nos embocamos en un nuevo martirio de piedra suelta que nos va a obligar a prestar atención a cada paso que damos.
Metros antes de aparecer en el Raso de Pedro Morales, nos topamos con este cartel, muy bien tallado, apuntando hacia los Miradores.
Desconozco que camino es este con el que nos hemos cruzado, pero deberemos averiguarlo por si puede resultar interesante.



Seguimos la bajada del montaraz hispalense.
¡Por fin! El raso de Pedro Morales, de quien no he conseguido mas información. Así que a falta de reseñas publicas, crónicas históricas o   logros memorables que aportar  tendremos que suponer que se trata del dueño del suelo.
El caso es que en este raso abandonamos la Senda Sevillano para hacer un giro de 180º y encaminarnos hacia el Oeste. Creo que este nuevo tramo es la vereda del Angel.


...que entre helechos nos llevara hacia Las Dehesas, aunque no las pisaremos.








De nuevo la puerta del bosque nos espera.




     Y con el bosque la ultima tirada hasta la última parada donde comeremos.


    Ultimo cruce del arroyo de esta mañana,



   y aparecemos en una nueva pradera de la que desconozco el nombre,



pero en la que se encuentra la fuente del Reten donde aprovechamos para comer.
       

     Una última rampa que nos





llevará hacia la carretera y de alli,
hasta le parking frente a casa Cirilo, donde encontrareis baños... cerrados. Así que como no podréis utilizarlos, os toca armaros de valor y recurrir a las antiguas artes de mantener postura con firmeza mientras las ramitas del suelo os acarician insinuantes y vosotros mosqueados con la fauna insectívora del lugar.
No doy mas detalles y que cada uno imagine lo que quiera, pero no esperéis a llegar aquí para satisfacer necesidades mingitorias.
Como en Casa Cirilo se come bien y el café es mejor, aprovechad y después reposad la caminata en buen ambiente.
Por nuestra parte, despedirnos hasta la próxima
Os dejo el Track aunque, sinceramente, no os hará falta.
 Track ruta
Como siempre, desearos buen camino y en él nos vemos.
Besos