A 1384 m. de altura y orientados
al sur para aprovechar el calor del sol, y con la espalda cubierta por un
murallón de roca que les protegía de los fríos vientos del norte, se
establecieron en Tella sus primeros pobladores y nos vamos allí para comprobar
si eligieron bien.
Esto es mas o
menos el resumen del panel informativo
que os recibe en la oficina de turismo y para ampliarlo un poco os diré que
Tella viejo es prácticamente una calle con las casas a ambos lados,
aprovechando el resguardo legítimo que les brinda la montaña.
La iglesia, la
oficina de turismo, alguna casa nueva y el cementerio están en la parte alta,
apartados del abrigo natural que protege al resto del pueblo, así que rezar en
invierno o morirse, debe dar mucha pereza como los fríos norteños soplen con
ganas.
Este pueblito,
que diría mi tío Mariano con su acento de emigrante colombino que aún no ha sido capaz de sacudirse (en él
suena genial), es de lo mas típico y representativo del prepirineo escondido
que podéis descubrir. Serrano en alta montaña y pequeño, un tanto aislado y con
un pasado que estimo mas supersticioso que religioso, (cuidado que estas cosas
no se pueden decir así como así) pero tranquilos porque no es faltarles al
respeto. Si lo comento es porque tienen un gran apego a la causa / memoria brujeril,
de la que soy partidario aunque solo sea por llevarle la contraria a la insanta
inquisición que tanto perjuicio ha provocado en este santo país (evidentemente,
lo de santo, es un sarcasmo). Esta muy cuidado. Todas sus casas están en
armonía tanto con el entorno, como con el prototipo típico de construcciones en
esta zona de montaña, mucha piedra y muro grueso. El resto de madera.
Llegó a contar
con hasta 7 iglesias y eso me hace pensar que, una de dos, o en este pueblo
eran muy, muy, muy devotos. O eran muy, muy, muy... ¿temerosos de la ira de
Dios?, porque si uno espera perdón y comprensión y caridad y una plaza en el
cielo y... ¡Déjalo Antoñito que te metes en cenagales de los que luego no sabes
salir...!
¡Digo yo!,
que... para rezar a un mismo Dios, 7 sitios diferentes en un pueblo tan
recogido, denota algo mas parecido al vicio que a la devoción. Si esto
fuera guasintón EEUU o Alabama, y la riqueza multicultural se respirara en el
ambiente, podríamos pensar que aquí deberían haber contado con Adventistas, Testigos
de Jehová, Judios, Amis, Mormones, Protestantes, Luteranos, Católicos,
Anglicanos, Coptos, Ortodoxos, y hasta un salón de la cienciologia. ¡Pero no!
Cuando vengáis por aquí descubriréis que es un encanto de pueblo Ibérico
montaraz y pequeño, con gente un tanto reservada, (¡es lo que implica el
turismo de paso!), pero con todas las necesidades que podáis requerir en una
zona como la que vamos a pasear.
Lo primero que
nos encontramos es que han habilitado una amplia zona de parking en las afueras
del pueblo, y esto es de agradecer porque por la carretera que traeréis, en ningún
momento pensaremos que el coche se pueda aparcar así como así.
Lo de las afueras
del pueblo, es un decir, ya que estáis a 5 m. de la primera casa.
Lo segundo que
haremos será allegarnos a la oficina de turismo donde podremos conseguir
información de la zona y aledaños. De hecho, luego nos encaminaríamos a la ruta
de los miradores de Revilla gracias a las explicaciones de las señoritas de
este centro.
Dispone de un
baño publico, que al menos, a primera hora, esta muy decente. Ya veremos como
acaba a lo largo del día.
...Y en la
parte de arriba, donde podemos visitar el museo del Oso, podréis reservar las
entradas para visitar la cueva del oso cavernario, amen de otras actividades de
aventura. Nosotros declinamos la posibilidad por cuestiones de tiempo y también
económicas (por supuesto) ya que viajar, en estos tiempos, sale caro. Imagino
que la visita merece la pena, pero para nosotros ya habrá otra oportunidad.
Nos
encaminamos hacia la ruta que es a lo que hemos venido, y para ello nos
dirigimos hacia la iglesia parroquial de San Martin.
Desde su misma
puerta se inicia la caminata que como es cortita, y según el panel no debería
llevarnos mas de una hora, nos hace prever una paseo tranquilo y revelador.
Aquí podéis
apreciar el camino que llevamos y que se dirige hacia arriba, como es típico en
todos los pueblos de España. Allí esta colocado (de situado, no de fumado) el
cristo o la virgen correspondiente, en lo
mas alto. Que digo yo que ya son ganas de fastidiar, aunque últimamente
se me antoja otra razón mas mundana y es que después de subir al santo o a la santa
a lo alto, hay celebraciones de comida con vinillo (muuuucho vinillo), y
volver, es siempre mejor cuesta abajo cuando andas algo cocidillo.
Otra cosa que
podréis observar es como el pueblo esta totalmente respaldado por la montaña, con
unas vistas fantásticas hacia el sur.
¡Al lío, que
ya me lío!
Esta ruta, que
yo incluiré en el apartado de paseo ya que no supera los 2 Km, y en el cartel de
información nos sugiere una duración de 50’, nos va a llevar de visita por las tres
ermitas del pueblo. Apenas tiene desnivel, aunque como siempre alguna cuesta
arriba y alguna cuesta abajo encontrareis.
No tenéis que
buscar ninguna coordenada extraña en el navegador, ya que en Tella tenéis toda
la información y el punto de partida.
Es muy fácil y
de verdad que debéis tomárosla como un paseo por el parque, pero con mejores
vistas y aire mas sano. En cuanto al personal, nosotros fuimos un grupo
familiar con los abuelos septuagenarios incluidos, y a parte de alguna paradita
adicional para descansar, esto es como la caminata que os dais en el pueblo
mesetero después de comer para desengrasar la fabada que con tanto amor os pone
la suegra, ¡no quiero mas! ¡toma cuatro cazos!.
Los escasos puntos
del recorrido que puedan parecer ambiguos o confusos, están marcadas con un
cartel indicativo.
Encontrareis
montones de paginas donde os explican las especies de árboles que nos vamos a
encontrar, pero como yo soy profano en la materia no os voy a despistar
elucubrando sobre pinos, robles o chopos ribereños.
El caso es que
una vez adentrados en el frondoso arbolado, agradecemos la sombra que en Agosto
es gratificante. Hemos escogido unas fechas en las que ni Huesca se libra de
los rigores del calor.
El que habla
soy yo con la mano levantada.
El de las
gafas....
Si, si, aquí,
al lado del árbol.
El de blanco,
¡coñe!. El otro es el abuelo.
Una visión del norte, de donde provienen siempre los invasores bárbaros en casi todos los guiones peliculeros.
El
norte, origen de peligros y destino de aventuras.
...Pero nosotros nos encaminamos hacia el Oeste que es donde esta la primera ermita.
...Pero nosotros nos encaminamos hacia el Oeste que es donde esta la primera ermita.
Avistamos la primera ermita de San Juan y San pablo. Consagrada en el 1019. Situada en el Puntón de las Brujas, nombre con el que ya nos comenzamos a hacer una idea de la presencia histórica de estas poderosas mujeres que tanto bien procuraban a sus vecinos y tanta sombra hicieron a los curas, por el solo hecho de preferir la razón a la fé, la naturaleza sanadora al milagro, y el conocimiento al oscurantismo. Siempre me sale la vena atea. Se va a enfadar la Asun como me lea...
El caso es que esta situada en un lugar privilegiado con un paisaje fascinante y es que los curillas saben elegir los sitios.
No he sido capaz de descubrir ninguna referencia sobre el origen o el pasado templario de esta ermita, pero la figura del altar parece indicar que alguna relación tuvieron.
No obstante,
la estatuilla de los religiosos con la espada se ve muy reciente. Es posible
que solo sea un reclamo para darle mas atractivo. Detrás de las figuras hay
unas cuantas notas que parecen promesas y agradecimientos y que respetuosamente
dejamos en su lánguido reposo.
Posee una pequeña cripta que, como todas, parece rodeada de misterio, pero en la que solo encontramos lo que parece un resto de una pila bautismal??. Creo que si os fijáis bien, descubriréis unas sepulturas antiguas de las que nosotros tuvimos un conocimiento postrero.
Una vista del bosque que hemos atravesado por la parte izquierda y donde nos sumergiremos nuevamente hacia la derecha.
Una vista atrás de la ermita y el
punton de las brujas.
Llegamos a la segunda ermita. La de la Virgen de las Fajanillas. Originaria del siglo XII y restaurada en el XVI.
Durante
unos años fue la parroquia del pueblo.
¡Lo
que procuraba la ignorancia!
En esta ermita descubrimos un monton de ofrendas, Debe de ser la mas visitada de todas por los vecinos de Tella.
Ermita de la Virgen de Fajanillas |
Justo enfrente de la de Fajanillas, que dejamos al fondo, tenemos la tercera ermita, a donde nos dirigimos en estos momentos.
Como
veis esta es la parte mas fastidiosa de la ruta por ser la cuesta mas
pronunciada, pero es relativamente corta y se hace enseguida.
Aquí
el abuelo y su bastón os dejaron un tanto solos, pero ya que llegamos hasta
aquí, hay que visitar la tercera ermita.
Ermita
de la Virgen de la Peña, del siglo XVI.
La
niña no es de nuestro grupo, pero si acentúo los colores de la foto, parecerá una estampa suiza. Solo falta la
vaca morada de Milka.
Al
fondo podeos ver la ermita de Fajanillas.
El interior abovedado de la ermita, nos sorprende ya que el exterior tiene la figura típica de una vivienda rural rectangular.
Supongo
que será para darle mas resistencia en época de nieves.
Probablemente
hay una explicación sencilla que aclara
este tipo de construcción, pero a mi se me escapa.
El caso es que
nos parece muy singular y curiosa.
Otra del grupo en familia con las vistas del paisaje y la carretera que nos llevará de vuelta a Escalona....
Comprobamos que efectivamente el pueblo se ha construido sobre este eje central, y el cuidado que rayando el mimo se le profesa al aspecto del mismo.
Pasamos por
delante del museo de las brujas, pero a estas horas esta cerrado y no podemos
comprobar las sorpresas que pueda brindarnos. Si os allegáis aquí y lo
visitáis, ya nos contareis lo que ofrece y si merece incluirlo en la visita
(esperamos que si).
Muy buenas
sensaciones, y una ruta excepcional, tanto por el paisaje como por las visitas
espirituales, que aunque uno no sea muy creyente, debo admitir que tiene su
interés aunque solo sea por el hecho histórico y lo que uno imagina asociado a
él.
Evidentemente
hemos tardado mas de 1 H (creo que han sido cerca de 2), pero no os preocupe
demoraros en el transito, ya que realmente es espectacular.
Nos arrimamos nuevamente a la oficina de turismo para comer algo, y reponer fuerzas que aún nos queda mucho que andar este día.
A continuación
recorreríamos los miradores de Revilla y por la tarde la ruta del agua en el
Cañón de Añisclo, que por supuesto también os recomiendo.
En Tella solo nos queda acercarnos al Dolmen que esta en la misma carretera que traíamos, y que aparte de la curiosidad turística, tiene un panel explicativo de cómo se construían este tipo de monumentos funerarios, como fue el propósito de este, aunque posteriormente se le ha ido dando varios usos.
No tengo mas
que comentaros sobre esta visita / paseo a Tella que no haya sido capaz de
mostraros en las fotos, pero dejadme deciros que si estáis por aquí sería un
pecado terrible no venir. Al menos siempre podréis redimiros en cualquiera de
sus ermitas.
Nos alejamos
con la sensación de que debemos volver a estas tierras para explorarlas y
sentirlas como se merecen.
Para despedirme, una mención
prometida al colgante nativo del bosque de Tella con el que Esther tuvo el buen
signo de tropezar y que fácilmente podrá convertirse en un talismán de
brujilla. ¡Eso si!..., de las buenas.
Como siempre
¡Buen camino!
Besos.