No sé la razón real, pero durante toda esta ruta no tuve buena sintonía con la madre naturaleza. Mas que con la madre naturaleza, era una especie de pálpito que me susurraba que esta ruta no iba a funcionar o al menos no sería divertida.
Desafortunadamente
para mi, carezco de ese sexto sentido que tanto he envidiado en otros, así que tranquilos...
no os quiero alarmar porque realmente merece la pena.
Es una ruta
recomendada en otoño por la obviedad de que los castaños están en pleno
esplendor. Los colores de este bosque cubren un amplio espectro de la escala
cromática del marrón-verde-amarillo y si además te gusta destrozarte los dedos
cogiendo castañas, pues ven en otoño.
Foto bajada de la red |
Para el que no
lo sepa, la castaña nace y se cría acompañada de alguna hermana dentro de unos
erizos con las púas muy afiladas, y aunque creas que serás mas listo que todos
nosotros (y me refiero a los millones y millones que hemos cogido un erizo para
sacar las castañas), acabaras pinchándote como el que mas.
Nosotros nos
hemos decidido por la primavera, porque, aunque el castaño no tiene follaje (y
ya vale de gracietas con la palabrita), el resto del bosque y especialmente las
vistas desde la sierra son un lujo.
La segunda
razón y mas importante es porque, al tener fama de vistoso en otoño, la
afluencia de gentío es excesiva, así que en esta época de primavera estamos
prácticamente solos y nos hemos evitado las aglomeraciones de los sitios Gran
Vía a los que uniré este lugar, aún no habiendo sufrido el agobio de la
muchedumbre.
Aviso a
navegantes; Desde finales del verano, hasta bien entrado el invierno, este
sitio tiene peaje, o lo que es lo mismo, tendréis que pagar por visitar el
lugar. Las tarifas del 2012 eran, según la WEB del sitio, de 2 € por persona y
6 € por vehiculo.
Otra opción es
la dejar el coche en las afueras del pueblo (Hay un parking habilitado) y subir
en autobús que sale cada 30 minutos. Solo pagareis 2 € por persona mayor. Pone
que los niños no pagan, pero no especifican límite de edad.
Un consejo que
emana de la misma fuente de la experiencia turbada... O... loques lomigmo...
que por una indolente gestión de los accesos a tan bucólico paraje,
o... no tan nefasta, si no, tal vez, intencionada, la pista que lleva desde el
pueblo hasta aquí y que tiene un recorrido de nos 7 u 8 Km, esta en muy mal estado,
llena de pozos, ya que superan los limites del socavón, y con estrecheces que no
quisiera yo que os cruzarais con el autobús de linea que transporta forasteros
por que uno de los dos no pasa. Es como un vía crucis de semana santa. Venir
por aquí es todo sufrimiento y penitencia, con paradas incluidas en las que
rezaras, aunque en un sentido mas peyorativo (que palabra mas maja para
buscar en el diccionario)
Por cierto; si
eres morador del Tiemblo o tienes casa aquí, no pagas, te dan un carné y paseas
'de gratis' por el castañar. Que de nuevo digo yo que... que tal les parecerá al
Sr. Alcalde y su cohorte de concejales del Tiemblo que le hagamos pagar si
vienen al retiro, a la casa de Campo o al parque de mi barrio. Que esta muy
bien decir que es para evitar los desmanes del personal, pero me da que el tema
es mas por mero afán recaudatorios que por evitarle daños al ecosistema. Si
pones un control de accesos, el resultado es el mismo, pero sin cobrarnos.
Además que vándalos con Quad, y robacastañasa con saco (excusa o motivo expuesta
por los aduaneros para justificar la colecta impuesta) deberán morar por la
zona, porque de Extremadura, de Cuenca o de Logroño, raro se me hace que vayan
con Quad a robar castañas. ¡En fin...!, que si no es por que merece la pena
venir, no os lo recomendaba.
Y empecemos
que ya me he calentado bastante.
Llegar hasta
el bonito pueblo de El Tiemblo no tiene perdida. A 81 Km de Madrid por la N-403,
nos presentamos en apenas 1 hora. Encaminarnos hacia el es tarea fácil ya que
esta muy bien señalizado desde la entrada del pueblo, y tras los 7 u 8 Km de penuria que os
comentaba, llegamos a una zona de aparcamiento, ocio y esparcimiento, muy bien
acondicionados. En esto hay que felicitar al ayuntamiento, que en todo hay que
ser justos. Es el área recreativa del ‘Regajo’.
Cuenta además
con zonas de barbacoa y mesas para la manduca campestre. Creo que las
restricciones para no hacer fuego son solo durante la época estival, ya que
cuando regresábamos, esto estaba lleno de familias poniéndose las botas con
comida dominguera de esa que te agita la conciencia (mas que la conciencia, el
estomago) pensando en acercarte y decir;
.- “Que pinta
tiene la panceta... ¿He Jefe...?”
No tendrás ahí
un trozo pan o algo, no se vaya a echar a perder...
Si eso, los
niños ya ‘sapañan’ con la butifarra que ‘paece’ que va a sobrar. Porque su
suegra ‘tie’ pinta de haberse ‘cebao’ con ’la morcilla. La ‘mu’ ‘joia’”
¡Al lío! Que ya
divago
Os decía que
hoy estamos prácticamente solos a las 09:45 de la mañana.
Bueno solos
del todo no, el personal de una caravana que debe haber dormido por aquí se
prepara para desayunar, y también los moradores del bosque como esta ardilla que
parece que ya tienen faena.
La zona
reservada para parking consiste en unos recuadros delimitados por vallas de
madera, en los que se informa de la capacidad de cada uno. Creo que hay unos 4
o 5.
¡Pues bien!
Nos vamos a ir hasta el final del parking, por la pista que traemos, y justo en ese punto encontraremos un
puentecillo a la derecha donde nada mas traspasarlo encontramos un hermoso
cartel informativo sobre la senda del castañar que será la parte inicial de
nuestra ruta.
El puñetero
cartel podía estar en el inicio del parking, ya que, aunque el camino se puede
empezar tanto por la pista, como por detrás del merendero, por donde nos fuimos
nosotros al principio, es mejor hacer las cosas bien.
Claro, que a
los de la caravana les vino de perlas que nosotros nos equivocáramos primero. ¡Ya
se lo dije bien claro!;
.-“Si no nos
ves volver es que esta vez vamos bien”.
La senda del
castañar le tenemos señalizada constantemente por estacas como esta. El PR AV-54.
Tiene una
longitud de 4 Km.
mas o menos y el carril por donde discurre es muy cómodo de transitar por lo
que la podrá realizar cualquier persona, incluso con alguna discapacidad.
Pero los que
me acompañan no tendrán esa suerte. La nuestra tiene algo más de 14 Km. Muchos de los cuales
se nos hicieron interminables.
Unas 7 horas,
incluyendo las paradas del desayuno y la comida, tardamos en completar un
recorrido que de fácil tiene muy poco si no tienes cierta preparación.
Comenzamos
con tranquilidad y parsimonia.
...O mas bien con
pachorra, como siempre hacemos (luego nos arrepentiremos), pero esta parte es
para pasearla, no para marcar tiempo medio de paso, ni de marcha marcial, etc,
etc...
Un autentico
paseo al que si le añades el color del otoño y alguna que otra castaña que
echarte a la boca, justifican de sobra pasar una tarde en este paraje.
...Si además
le añades la panceta y el choricillo...
¡...Aunque
haya que pagar los 2 € ¡
Bueno..., no.
Lo de los 2€ sigue sin convencerme.
Centenarios
castaños se reparten por el recorrido, pero sobre todo nos sorprenderá uno de
ellos reconocido como monumental.
Contaremos con
agua potable en 2 fuentes. La única pega es que están al principio y al final
del recorrido, y os aseguro que
necesitareis bastante si aprieta el Lorenzo.
Esta es la
fuente de los Cazueleros.
¡Aprovechadlas!
Que a nosotros no nos sentó mal este agua.
A parte de las
estacas, estos postes os irán indicando la dirección del lugar y el tiempo
estimado que tardareis en llegar.
Pronto
llegamos al refugio de Majalavilla.
Veremos 3
durante esta ruta, lo que nos plantea la opción de poder disfrutarla con tiempo
inestable, aunque mejor que no os pille subiendo. Pero ya llegaremos a eso.
Creo que este
es uno de los refugios mas singulares de todos los que hemos visto en los
últimos años, y lo digo sobre todo por
que esta totalmente desprovisto de vigilancia y aun así, la gente que lo
frecuenta es cuidadosa y respetuosa con él. Hubiera preferido no sacarlo aquí
porque seguro que algún cafre adopta la idea de ir a dejar su entupida firma en
este sitio, pero ya hemos hablado de que estamos para compartir experiencias
con la buena gente y así a de ser.. ¡En fin..!
Al igual que
el exterior esta impecable, el interior es mas vistoso aun, con las paredes
pintadas con fauna y flora de la zona, una chimenea operativa e incluso dispone
de una escoba para recordarnos que si hacemos uso de esta instalación deberemos
dejarla impecable para que puedan disfrutarla los que vengan después. Una
autentica sensación de acogedor y confortable que pocas veces encontrareis en
un refugio de montaña.
Salimos
para retomar nuestro camino, desviándonos momentáneamente, continuando por la
espalda del refugio, donde enseguida encontraremos este poste que nos indica la
presencia de un castaño monumental (de monumento, aunque también pudiera ser de
colosal). El castaño en cuestión es conocido como ‘El Abuelo’.
Antes, un
grupo de pinos descomunales se hacen notar y reclaman su protagonismo. No soy
muy amigo de estos árboles, ya que a partes de que soy alérgico/maniático a las
puñeteras orugas que los parasitan en primavera – verano, dejan la superficies
donde están totalmente acidas lo que
impide que crezca nada mas a su alrededor, y pasear por sus bosque es, al
menos, incomodo y polvoriento. Me producen sensación de fatiga, aunque, al
menos, el olor si me gusta.
Llegamos al ‘Abuelo’, un castaño con mas de 400 años, 16 m. de diámetro, y una serie de características, incluida su historia, que podréis leer en un cartel informativo que ponen a nuestra disposición. Ya tenéis tarea, que lo queréis todo hecho
...Ciertamente
es impresionante ver que de los restos originales sigue surgiendo vida cada
año.
Subimos y volvemos al camino original donde los robles y otras especies se mezclan con los castaños.
Subimos y volvemos al camino original donde los robles y otras especies se mezclan con los castaños.
La
imagen, mas que de primavera, parece invierno soleado.
El puente, cruzándolo hacia la derecha, os
encaminará a la zona de recreo de las Barrancas donde luego llegaremos, pero
por el camino de vuelta.
Tendríamos que
haber regresado por aquí, pero probamos un camino de vuelta mas directo, ya que
por el que nos marcaba la senda se nos hacia muy enrevesado.
Por ahora
seguimos de frente y el puentecillo solo para hacer fotos.
Toda esta serie de arroyos que iremos siguiendo, y en algunos casos cruzando, desaguan en el Alberche donde tenemos pendiente una ruta espectacular.
Toda esta serie de arroyos que iremos siguiendo, y en algunos casos cruzando, desaguan en el Alberche donde tenemos pendiente una ruta espectacular.
Mas castaños centenarios.
Estamos
llegando al final de la senda del castañar. Nada mas trasponer este cambio de
rasante, un poste nos informará de esta circunstancia.
Para nosotros comienza el verdadero reto, ya que hasta coronar el alto del Mirlo, todo va a ser rampas y repechos prolongados, que se enlazaran unos con otros.
El carril que traíamos se estrechará poco a poco y en algún momento desaparecerá, pero no os preocupéis que es fácil seguir el rastro. El mejor ejemplo es que hoy os lo estoy contando, y si me hubiera perdido, hoy no estaríais disfrutando de mi virtuoso relato.
Probablemente
yo seguiría errante por los bosques de esta nuestra gran España, sobreviviendo
a base de bayas y diversos frutos silvestres. Me dedicaría a la caza furtiva y
construiría una cabaña, donde con el tiempo podría dedicarme a intentar reunir
un rebaño hasta que un día en el horizonte pudiera divisar un barco que...
Creo que esto es
de Robinsón Crusoe (Daniel Defoe), o de escuela de Robinsones (Julio Verne) y
ya lo han escrito otros.
¡Si!, me da
que si. Así que voy a seguir con el camino que nos llevará al Mirlo.
Tengo
unas pocas fotos de Esther huyendo de estos bichos, pero no voy a ponerlas para
que no se enfade conmigo.
No tengáis miedo, ellas solas se apartan. Eso si, no empecéis ha hacerles gracietas o golpearlas, que siempre hay algún macho y puede ponerse nervioso.
No
he podido resistirme, Esther es la que va por el monte a la derecha de la imagen. Si llega a
moverse la vaca, estoy convencido que hubiera seguido como tarzán, saltando de
árbol en árbol.
No creo que en verano estos arroyos lleven caudal, pero hoy encontramos mucho agua, casi toda de deshielo como luego podréis comprobar.
Como
veis, detrás del arroyo, no se aprecia que el camino este pisado. En estas
fechas, pocos senderistas se han aventurado a realizar el recorrido, por lo que
la vegetación ha recuperado sus dominios.
¡Sin
problema! Con solo alzar la vista, encontráis enseguida rastros del trazado. Lo
que si deberéis hacer es cruzar este arroyito...
...para
enfrentaros a esta rampa, que es tal y como la veis en la foto. Corta pero
‘jod..a’ como ella sola...
Eso si, de que
manera se acaba... es otra cuestión.
Últimos castaños que veremos en nuestro camino de hoy.
En esta parte, el camino ha desaparecido completamente. Esta pradera no tiene marcas de referencia, pero no es difícil orientarse.
Menos
mal que el trazado no lo he hecho yo, porque si no hoy me crujen.
Esta
parte convierte el itinerario de paseo en pesadilla. No es por desanimar, pero
desde este punto hasta la subida al pico de Casillas o alto del Mirlo, durante
un par de Km. mas o menos, empleamos casi un tercio del tiempo que tardamos en
hacer el camino de hoy. Las rampas son tan pronunciadas, que hemos decidido que
la dificultad de esta ruta la catalogaremos como media, y casi mejor
media-alta. Nuestras rutas son para gente con poca exigencia física, pero esta
nos a parecido que debéis considerarla para gente con algo de fondo, porque si
no, no subirán al vértice.
Evidentemente, desde el principio, el grupo se fragmento y cada uno adopto el ritmo que mejor se adaptaba a su condición
Un
consejo que puedo ofreceros, como siempre en estos casos, es pasos cortos y
continuos con ritmo constante.
Realizad
las paradas necesarias, pero las menos y lo mas cortas posibles para no enfriaros.
Es mas importante el ritmo, aunque lento, que la velocidad. Ya
llegareis.
...Y
como todo esfuerzo tiene su recompensa, aprovechad las vistas, ya que si no
sois miopes como yo, se ven hasta las 4 torres de Madrid
Los primeros neveros comienzan a salirnos al paso, y nosotros aprovechamos para pisarlos que es lo que se hace cada vez que uno ve nieve lisita y pura.
Justo
donde el camino hace horizonte, nos desviamos a la izquierda para continuar la
subida.
En este punto
podéis decidir no subir ya que es la parte mas dura, aunque es mas corta que el
tramo de rampa que ya hemos recorrido.
Si seguís de
frente os encaminareis hacia el pozo de nieve y salvo alguna pequeña rampa que
otra, comienza el camino cuesta abajo.
Pero nosotros,
tras alguna que otra duda, decidimos que ya que es difícil que volvamos, porque
en España hay mucho que andar todavía, y ya que estamos aquí, pues ¡hala! para
arriba.
Acordaos de
este sitio porque es genial para comer. Haced vuestros planes con esta parada
como obligada y luego os cuento porque.
Ya
veremos como acaba la cosa.
Tal
y como os decía, seguía con el palpito de que algo no iba a ir bien, y esta
imagen parecía que quería darme la razón
No
es por ser pesado, pero reitero lo del ritmo. Los mas lentos no penséis que se
os abandona, es solo que cada uno lleva un paso de marcha de subida y hay que
respetarlo. Eso si, ¡Reclamad el mismo tiempo de descanso que el resto!, ya que
lo típico es que cuando llegáis a la altura de los mas rápidos, estos deciden
que hay que emprender la marcha de nuevo, y esto te da unas ganas de despabilar
a mas de uno a base de guantazos que...
Cuando
lleguéis aquí os faltará el resuello, pero no os preocupéis... aún hay mas.
Girad a la izquierda y ¡hala!, a seguir.
El
ultimo repecho.
Agachad
la cabeza, miraos los pies como son capaces de seguir uno delante del otro,
armaos de paciencia y sin daros cuenta, estaréis arriba. Esto es como el
vértigo, pero en lugar de no mirar abajo, en estas situaciones no miréis lo que
queda. Como los problemas que han de resolverse uno a uno, ocupaos del
siguiente paso y no os dejéis intimidar por el conjunto de ellos.
Alto del Mirlo
1768 m..
También llamado el Travies o Pico de Casillas, en la Sierra de Gredos que a su
vez forma parte del Sistema Central.
La ladera de
la parte suroeste, pertenece a Madrid, pero el vértice esta situado en la
provincia de Avila.
Entre
Alberto y el vértice, el pantano del Burguillo.
Ya que estamos arriba os diré que os lo penséis. Cuidado con los gemelos y no me refiero a Marco y Alex que son mellizos. Si no estáis un poco en forma, sufrir un tirón aquí puede ser letal, ya que estamos al 50% de la ruta y volver a la pata coja se os va a hacer muy largo.
Los músculos de la pantorrilla van a trabajar muy forzados porque, como habéis visto en alguna de las fotos, parte de las rampas tienen un ángulo tan pronunciado que el estiramiento de los susodichos músculos es considerable.
Bajamos mas relajados, pero ahora cuidado con las rodillas que son las que mas sufren en estos trazados.
Es
un autentico sofá con asiento y respaldo, y además calentito por el sol. No lo
dejéis escapar, que no encontrareis muchos lugares tan cómodos como este en
mitad del campo
Por
ahora marcharemos por el cortafuegos que aunque parece incomodo por la piedra
suelta, es fácil de pisar y esta relativamente limpio.
Si os fijáis,
desde que comenzamos la subida, no hemos podido encontrar ni una sombra por lo
que, en absoluto, os recomiendo este tramo en verano.
Un
último vistazo a la cuestecita que hemos ‘disfrutado’ y las vistas que vamos
dejando atrás. Casi todo el horizonte que disfrutáis es de Madrid.
El
trayecto, ahora, es mas distendido y por fin podemos ir charlando.
Yo
sigo pensando en la cuesta que presenta el cortafuegos, y que os comentaba
anteriormente
También
es en este momento cuando nos desviamos para visitar el depósito de nieve.
Totalmente
reconstruido, os contara de un oficio desaparecido, pero que en su tiempo tuvo
mucha importancia para todos aquellos a los que les guste tomarse una cervecita
después de esta caminata.
Esquema de la construcción.
En el edificio encontrareis un cartel explicativo, tanto del edificio, como de las practicas que en el se llevaban a cabo. Incluso os dará una idea de la relación de pecios. ¡Cosa curiosa de ver!
Cuidado con
caerse...
-
Y el refugio. Bastante bien cuidado, con varios tragaluces para que durante el día tengamos luz suficiente.
Y el refugio. Bastante bien cuidado, con varios tragaluces para que durante el día tengamos luz suficiente.
También tiene
buena pinta para pasar un par de noches.
Es
casi preferible darnos la vuelta y desandar lo andado, pero creo que el grupo
esta mas bien por la labor de hacer un sacrificio humano a los dioses y yo
tengo varias papeletas para ser el centro de la fiesta.
...Y es que los GPS como el mío,
no son muy claros y por tanto precisos, pero echarle la culpa a la maquinita no
tranquiliza a las fieras.
Cruzamos esta hermosa pradera con su Rubicón incluido para enfrentarnos a nuestro destino
¡Alea
iacta est!
Nos
vamos de frente que es cuesta abajo y además es el camino correcto.
Lo de la
cuesta mola para meter miedo, pero ya esta bien de coñas que la gente esta
cansada de tanta subidita.
Próximo punto de parada un nuevo refugio con corral y fuente, y que no creo estar muy equivocado si os digo que creo que sigue en uso.
Dispone de
fuente potable, pero como siempre os digo, mejor llenad las cantimploras y no
bebáis de los caños.
La parte del refugio esta bastante bien acondicionada, pero los del ultimo botellón olvidaron llevarse algún que otro resto. Aún así, es totalmente operativo para pasar algún día o resguardarse de alguna inclemencia imprevista.
Ultima foto al alto que tanto nos hecho sudar esta mañana, pero que, a la vez, nos deja un poso de conquista.
No
es que nos hayamos diplomado en escalada alpina mas, bien cierto es, que nosotros ya lo hemos subido y tachado de nuestra lista
de pendientes.
Ahora
les toca a otros que ya nos contaran que tal les fue.
Nos
despedimos, también, de estas hermosas vistas de praderas verdes....
Esta parte, que debería ser la mas fácil, es la mas enrevesada si te dedicas a seguir los postes que la señalizan.
En
este punto, evidentemente debéis girar a la derecha.
En este otro,
nos manda de nuevo a la derecha, entre los pinos.
El poste que veis indica ruta equivocada. No se donde nos llevarán las rodadas de enfrente
El poste que veis indica ruta equivocada. No se donde nos llevarán las rodadas de enfrente
La
estaca de la derecha dice que por ahí no.
...Pero creo
que el camino a nuestra espalda, según la foto anterior, os llevara a las
Barrancas por una pista menos arbolada pero mas sencilla.
De
esta zona parten nuevas rutas, como la del Pozo de nieve que traemos de vuelta, y algún
que otro paseo similar.
Realmente,
nuestra ruta original no tenía que habernos traído hasta aquí, pero después de
la paliza del día, esta alternativa es más cómoda, y aunque hacemos algún metro
de mas, es lisa y llana
Desembocamos en el puente que cruzábamos esta mañana con el coche y que nos da acceso a la zona de parking.
...Que tal y como os comente al principio, esta repleta de coches y de gente disfrutando de la barbacoa y del día tan genial que nos ha acompañado.
Como
seguía con el sentimiento de desasosiego pensando que algo no me cuadraba en la
salida de hoy, y visto el buen resultado final, opte por pensar que sería el
cambio de tiempo el que me afectaba, (esto y el estomago revuelto es lo mas
socorrido para esas sensaciones indescriptibles que te mortifican un día sin
saber a que se debe).
...Y
como nos hemos portado bien, después de un refresco en El Tiemblo, nos fuimos a
visitar los toros de Guisando que están al lado. Un ancestral monumento del que
todo el mundo ha oído hablar, y pocos saben donde se encuentran.
Resumen
de la ruta... Hay
que venir, ¡y ya esta!. Ahorrad para el peaje si lo hacéis en Otoño porque
merece la pena, y evitad el verano si queréis subir al Mirlo.
Por nuestra
parte, intentaremos visitar algún que otro castañar en otoño, pero donde no nos
cobre derecho de pernada ningún ayuntamiento. Este ya lo hemos pisado.
Es cierto que
el castañar del Tiemblo merece los halagos que le prodigan, pero, en mi opinión
es excesivo que todo el mundo se apunte al carro de cobrar por todo, y mas por
visitar el campo.
Lo dicho...
Nos vemos en el camino