31/03/2012 Tejera Negra // Senda del robledal
– Carretas
Situado en el parque natural de
la sierra norte de Guadalajara, y circunscrito por los ríos Lillas y Zarzas,
este hayedo sobrevive gracias al microclima característico que se da en esta
zona, aunque este tipo de bosque es propio de zonas mas húmedas.
Nuestra visita no coincide con
la mejor fecha para disfrutar de todo su
esplendor. Es a finales de otoño o principios del invierno, cuando los
múltiples tonos ocres y rojizos
engalanas el follaje de estos árboles y realzan la verdadera belleza del
bosque.
Lo bueno que tiene caminar en
esta época nuestra es que no tienes que pedir permiso para transitar por los
senderos de la ruta que hoy os enseñamos, como siempre, con la mala intención
de daros envidia.
…Y es que en plena época de
visitas, este es otro de esos sitios que parece un centro comercial en pleno
invierno, a primeros de mes.
Para llegar hasta aquí, tenéis
que poner el GPS dirección Cantalojas. Pequeño y bonito pueblo de la provincia
de Guadalajara. Una vez aquí, las indicaciones os llevaran hasta la zona del
recorrido a unos 2,5 Km.
del pueblo, donde esta el aua de interpretación.
Hay varias opciones; La primera
es limitarse a ver el hayedo, y para ello deberéis seguir hasta el parking del
mismo, recorriendo otros 8 Km
por pista, donde encontráis una caseta de pizarra desde la que parten visitas
guiadas.
Para poder utilizar el
aparcamiento, en la época de mayor afluencia de visitantes, deberéis solicitar
autorización, a veces con semanas de antelación.
Esta visita recorre la llamada Senda de
Carretas de unos 6 Km.
Otra Opción es quedarse en el aula de la naturaleza (abierta de Abril a Noviembre), que designaremos como punto de entrada al parque. Dejamos el vehículo. El parking es gratuito. Desde este punto parte la Senda del Robledal de unos 17 Km, que llega al hayedo, sin adentrarse en el. Lo bordea y vuelve paralelo al río.
Las coordenadas del aula de la naturaleza 41º13’40.72”N //
3º16’31.32”W, pero mi GPS dijo que no existía.
…¡En fin!
La tercera Opción, es la que hicimos nosotros y es hacer las
dos rutas a la vez.
Empalmamos la del Robledal con la de Carretas, y
convertimos la ruta en 22 Km.
Dejamos los coches frente al
aula de la naturaleza o centro de interpretación, y nos disponemos a iniciar la
marcha.
…Pero antes, y dado que salimos
a las 7 de la mañana, mejor un bocata para coger fuerzas, y de paso aligerar
las mochilas.
La senda del Robledal, y como os
comentaba parte de la nuestra, comienza carretera adelante, siguiendo por la
pista asfaltada.
Detrás de las instalaciones del
aula hay otra pista, esta vez de tierra y que durante un tramo va paralela a la nuestra. No la cojáis
porque os llevará a Majaelrayo.
A unos 400 o 500 m. nos encontramos con la
indicación que nos aparta del asfalto hacia la izquierda. ¡Por fin!
Toda la senda del Robledal esta
jalonada por estos postes. Estaos pendientes de ellos. Aunque es un recorrido
muy fácil y no deberíais tener problemas.
Por cierto, estas rutas están
catalogadas como de dificultad media y en algún caso elevada, pero os aseguro
que son muy fáciles,
Alguna cuesta y, si hacéis como
nosotros que la vuelta la hicimos por el cauce del río Lillas, es posible que
tengáis que cruzarlo en varias ocasiones… Pero a principios de la primavera y
sin haber tenido apenas lluvia en el invierno, no hay dificultad. Mas bien, son
rutas bastante divertidas.
¡Ojo!. Cuando lleguéis a la
senda de las Carretas, los postes son blancos.
Ya en tierra, que es nuestro
suelo materno o nuestro destino final por aquello de que a la tierra
volveremos…
.-“ No si la incineración lo
impide…”
…Y dejemos estos temas que dan
morbo en exceso y a veces son de mal fario. …Y no es que sea supersticioso, es
que es mejor no nombrar a la bicha, que al final pica…
¡Retomemos el camino!.
Como os decía; Ya con los pies
en la tierra y en nuestro sendero bien marcado, caminando siempre por el margen
derecho, nos llevara a cruzar el río
Lillas por un pequeño puente de pizarra.
Cruzamos el puente y como veis comienza una ascensión que nos llevará a una loma llamada la Plaza de Toros.
La falta de agua se nota en una
zona que en estas fechas tendría que estar totalmente verde y húmeda.
La subida va girando lentamente
hacia la derecha.
Veréis el comienzo de un pequeño bosque y os debéis adentrar
en el .para coger la cuerda de la Loma de la Torrecilla.
Tras la primera cuesta, una
parada para coger aire.
Con Alberto como fotógrafo
oficial, al fondo podéis ver algunos robles totalmente deshojados.
Esto será una constante, y
apenas somos capaces de ver algún brote verde. Se habrán enterado que para este
año se prevé recensión, y hasta la naturaleza se contagia.
Tontunas a parte, seguimos
subiendo y tras un primer llano, y otra pequeña rampa, alcanzamos la mencionada Plaza
de Toros, que es literalmente un monte ‘pelao’, pero que debería estar lleno de
pasto. Lo dejamos atrás rápidamente para acometer la ultima gran subida, y la
mas empinada.
Después de ella prometo dejarles
descansar.
Hasta este momento mi gran
ocupación, no es seguir el camino correcto, ni alabar las bondades de la
naturaleza, ni procurar el bienestar del grupo, ni rumiar la bajada de la
bolsa, ni la subida del petróleo, ni….
¡Buscar repelentes escarabajos!.
Así me lleva Alex todo el camino, buscando bichos, mientras intento convencerle
de que en un parque natural no podemos coger nada que tenga vida, ni animal ni
vegetal, pero me temo que no voy a tener mucho éxito con mis argumentos.
...Voy a traducir esto que suena mal; Por ahora nadie se mete conmigo, lo que me permite despreocuparme de ellos y dejarles algo de libertad. Creo que si se siguen portando bien, les iré dando algún descanso de vez en cuando, pero de 10 minutos máximo, que si no se me tumbaran. ¡Menuda pandilla viene hoy!
Por estos lares comenzamos a preocuparnos
porque alguna especie desconocida nos acecha.
Al igual que el ‘Aberroncho’
Tiene como sonido característico el:
.-“JOAQUINEEEEE”…
En este lugar, un desconocido
ser vivo nos persigue con un aullido estremecedor similar a:
.-“BIIIIIIMMMBA”
Luego nos enteraríamos que el
susodicho bicho es conocido como ‘Er Papo’
…y donde podemos contemplar una
esplendida vista da la zona desde un mirador que nos permite identificar los
montes y puntos mas característicos.
…Y como lo prometido es deuda, y
como el personal esta en disposición de adecuarse a las elementales normas del
recato, la convivencia y el buen entendimiento, hacemos una parada para
descansar.
Desde
hoy los depravados y lujuriosos acosadores, comenzad a temer a Anita, quien fue
capaz de llamar al orden a un abejorro con firmeza y contundencia, defendiendo
su honra ante el acoso libidinoso al que el infame insecto la estaba
sometiendo.
.-“Por
cierto, no quiero ser borde, pero os quedan 2 minutos”…
Con
que alegría reciben este alentador mensaje que les incita a continuar la marcha
con entusiasmo e ímpetu.
Por cierto, yo sigo tratando de
esquivar el tema de los escarabajos, y Alex se ocupa de que no se me olvide
cual es su objetivo principal.
Pero a nosotros no nos desanima
nada.
…Las chicas se aprecian y no se
ponen verdes, ni se critican sobre su
peso o volumen o…
Mejor tacho esto, porque me estoy metiendo en
terrenos pantanosos.
...Y alguno tiene que buscar unas
gafas que ya no encontraríamos.
Mientras me doy la vuelta para ir en busta de las gafas de Marco, aquí los jóvenes
aprovechan el paisaje para unas fotos.
Por cierto, en este punto, el
sendero que traíamos se une a la pista forestal por donde transitan los
vehículos de los ganaderos, así que tened cuidado que, aunque poco, hay
trafico.
No se si esto es normal a
principios de la primavera, pero si miráis al suelo, parece otoño tardío, o
incluso invierno.
¡Sorpresa!
Encontramos restos de nieve.
En este punto, podemos
visualizar el parking del hayedo, lo que nos permite calcular que llevamos unos
7 u 8 Km.
andados. Unas 2 H 30’.
No es que sea un promedio
genial, pero esta dentro de nuestro
ritmo de familia con niños. Además, hasta ahora casi todo han sido subidas, y
siempre nos cuesta coger ritmo al principio.
.-“Paramos en 10 minutos”
Y el valle del rio Zarzas que
mencionábamos al principio
Nuevo descanso en esta zona
desde donde se puede contemplar el río Lillas, pero que nosotros utilizamos
para comer unas ‘chuches’ antes de la comida.
También se puede observar la pradera de Matarredonda, donde hay un mirador. Como lo visitaremos luego, luego os la enseñamos
Y los nanos no os cuento…
Encontraron unos neveros muy blanditos, y montaron la consabida guerra de
bolas, de las que, creo, no se libro nadie.
Por cierto, si en el mismo lugar
físico terrestre os encontráis con Jose y una bola de nieve, es inútil que
corráis. Os la coméis seguro.
Javi nos seguía deleitando con
su peculiar interpretación de la postura de la garza.
Creo que desde Karate Kid no
había vuelto a verla, y de eso hace ya algunos años. De hecho, en la ultima
secuela, karate kid era ya Old karate, y se desarrollaba en un geriátrico,
donde el malo abusaba de los precios de realquiler de las cuñas urinarias y
castigaba a los ancianitos sin ver la telenovela cada vez que le cantaban un
renuncio al tute.
EL protagonista, y haciendo un
soberano esfuerzo después de recuperarse de su cuarta fractura de cadera,
consigue realizar la postura de la garza, eso si, tumbado en el césped de los
jardines. El malo no consigue esquivar a tiempo el bastonazo que le arrea el
maestro ‘Millagui’ que para entonces cuenta con 115 años de edad, y al que se
le caen los pantalones por no haber llevado nunca cinturón…
…Esta vez creo que me estoy
pasando. ¿Será la medicación?... La falta de ella, me refiero…
Volvamos a la ruta.
Parece que siento algún murmullo
procedente del grupo… Debe ser de admiración por lo bien que llevamos las
estimaciones de tiempos.
Mas nieve, que será la ultima
por ahora ya que salimos a una parte bastante despejada.
Un curioso roble con un acentuado instinto de
supervivencia. Se partió hace años, pero sigue creciendo por la parte
arraigada.
Llegamos al Collado del
Hornillo. Aquí nos desviamos a la derecha para acercarnos al hayedo.
Abandonamos la pista para internarnos en el bosque que sigue siendo nuestro
entorno preferido.
De frente sigue la ruta
cicloturista, pero esa será otra historia.
¡Ojo! Nos sigue persiguiendo la
berrea del;
.-“BIIMMMBA”
EL bosque comienza a mezclar robles con hayas, pero aun nos queda unos metros para pisar la senda de Carretas
.-“BIIMMMBA”
EL bosque comienza a mezclar robles con hayas, pero aun nos queda unos metros para pisar la senda de Carretas
Llegamos a este cruce donde se
unen las dos rutas que se pueden realizar en el hayedo.
La foto está hecha vista atrás
según nuestra marchas, pero de frente si la que hacéis es la senda de Carretas.
...Un poco lioso, pero resumo.
Si cogéis la cuesta abajo, os
acercareis al parking del hayedo y continuareis con la senda del Robledal. Si vinierais de la cuesta abajo, estaríais haciendo la Senda de Carretas. Este tramo es común a las dos rutas.
Nosotros no lo haremos. Seguimos
por mi espalda.
Es decir, y ya la ultima
explicación; nosotros venimos de la cuesta arriba haciendo la senda del
robledal, y continuamos por mi espalda, que es la senda de carretas pero al
revés de cómo se realiza oficialmente.
...Y si aún no esta claro, os pongo un plano de las rutas y veis el
punto concreto.
Dejamos el robledal y nos
adentramos en una zona de repoblación de pinos, y aunque no se aprecia en la
foto, no éramos capaces de vislumbrar el fondo.
Parecía que de un momento a otro
nos envolvería ‘la niebla’
…
…?
Repito: ‘La nieeeeblaaaaa’
…???
¿No os da miedo?
‘La niebla…?
… la de Stephen King?
¡Dejadlo!
…Como no acababa de llegar ni la niebla ni los bichos extraterrestres que con ella vienen, nos pusimos 2 bichos mas presentables.
Según el cartel, es una
excelente madera para fabricar arcos.
…Y aunque da nombre al lugar,
vimos muy poquitos de estos ejemplares.
Como podéis comprobar, no es la
mejor fecha para disfrutar de la cromaticidad del paraje.
Comienza la primavera, pero
parece otoño tardío, incluso un poco más
triste y sombrío.
Si de verdad fuera otoño, como cantaba Serrat…
.-“Pintaron de gris el
cielo y el suelo se fue abrigando con hojas, se fue vistiendo de otoño.
La tarde que
se adormece parece un niño que el viento mece con su balada en otoño”
Pero ni es otoño, ni estamos detrás de una ventana, y
además hemos venido a disfrutar. Así que este bosque nos dio la oportunidad de ¿disfrutar de los setos y
matorrales?
Hay muchos carteles informativos
de la fauna y la flora, pero tampoco fuimos capaces de distinguir muchas
especies.
En este puente de pizarra y al
que designaremos como punto de inflexion o de media ruta, podéis disfrutar de una buena comida, pero ojo
que es el paso obligado de la senda.
¡Esto es una tontería! Ni osos
ni zarandajas.
Jose se hace una foto y es
Alberto el que la hace y como el fondo con el rio y las hayas sin hoja es muy
bonito y tristón, lo ponemos aquí y ¡hala! A seguir,
.-“Por cierto, no quiero ser
borde, pero os quedan 2 minutos”…
Otro magnifico mirador para
conocer la zona.
Esta parte tiene una bajada para
nosotros (subida para los que hacen la ruta de Carretas) bastante pronunciada y
continua, por lo que tendremos cuidado.
Cruzamos varios puentes como
este...
Mas puentes...
Llegamos a una carbonera diseccionada y un panel que nos cuenta como se elaboraba el carbón... Bastante interesante, por cierto.
Además el nombre de la senda de
carretas viene por ser el camino utilizado por estas para el transporte del negro
combustible.
La escasez de agua se sigue
notando porque todo el pasto esta amarillento.
...
...
...
...
¿No os lo decía yo al principio?. Les dejas descansar y se tumban...
.-“Por cierto, no quiero ser
borde, pero os quedan 2 minutos”…
Perdonadme un momento, pero es que he tenido que salir corriendo porque estos impresentables me persiguen y no parecen tener buenas intenciones.
...Y es que ya lo tengo dicho.
¡Cuando no puede ser, no puede ser!, y o seguimos las mínimas normas de marcha
o nos abandonamos a la buena de Dios y ya llegaremos.
...Por cierto ¿Quien es la buena
de Dios?.
Parece que se calman, así que
sigamos el camino
...Y el suelo mullidito.
Si estuviera verde, seria la
leche.
...La de las vacas que deberían
estar pastando en esta praderita.
Por cierto, que antes no os lo
había comentado, llevad agua en abundancia, porque no hay forma de reponerla en
todo el camino.
Es un riesgo beber de ella, dado
que hay mucho ganado suelto que bebe rio arriba, el caudal es muy pobre y la
pendiente no es muy acentuada, por lo que el fondo esta sucio y el agua transcurre lenta, ideal para que algún parasito este al acecho de incautos sedientos. Yo que vosotros
me lo pensaba antes de meter el hocico en el caño.
A la derecha la caseta de
información cerrada hasta Abril, y la certidumbre de que aún nos quedan 8 Km. Por recorrer junto al
rio.
Os marco el camino para que no
haya equívocos.
De nuevo nos adentramos en la
senda del Robledal, y los postes vuelven a ser verdes.
Un comentario que ya os hacia
antes pero ya que estamos en la zona os recuerdo; No hay un camino fijo a
partir de aquí, por lo que no os asustéis si los postes los veis muy de vez en
cuando.
Debéis caminar paralelos al rio,
según este el terreno o el cauce, unas veces por la derecha y otras cruzando a
la izquierda.
Nuestro consejo, que volvemos a
repetir, es que intentéis ir por la izquierda el mayor tiempo posible.
De todas maneras, deberéis
cruzar el rio en varias ocasiones.
En esta época tenemos dos
desventajas principales en esta senda; Por un lado, al no haber tenido mucho
trafico durante el invierno, muchos pasos están cubiertos por maleza o arbustos
y pueden desorientarnos, y por otro lado, los pasos del rio (la mayoría son
provisionales), han sido barridos por el agua, debiendo tener que reponerlos si
queréis cruzar sin mojaros los pies.
A la segunda piedra que intente
coger, me obligo a llevar la sudadera tipo falda amarrada a la cintura para no
mostrar mis vergüenzas o partes pudendas que también se definen de esta manera
Lo malo de tener que buscar el camino
correcto es que perdemos mucho tiempo tratando de pasar por el mas adecuado.
.-“Por cierto, no quiero ser
borde, pero os quedan 2 minutos”…
¡Vaya mala leche que tienen
algunos!
Si os parece nos quedamos a
dormir aquí...
Menos mal que agarraron a Anita
y a Chelo, si no, no se si hoy os estaría contando nuestra ruta.
Algo de nieve que todavía queda
en la zona de la repoblación de pino.
La pradera mullida empieza a ser
un coñazo al igual que Alex que durante la última hora solo se le escucha
decir;
.-“Escarabajo... escarabajito...
Sal para que te coja...”
.-“¡Venga el ‘ganao’!”
A lo que había que responder
BEEEEEEEEE!!!
Yo desde luego no pienso
contestar MUUUUUUUUU!!!
...Mas pizarra
Es curioso ver las
construcciones de los corrales, que en esta zona se llaman Tainas.
La de viajes de piedra de
pizarra que se han currado para poder hacer estas paredes.
Por cierto, desde aquí ya solo
nos quedan unos 4 Km aproximadamente.
Mas adelante veremos un vallado de pizarra
mas curioso aún.
El ‘alfombrado’ de la pradera,
aunque mas blando, desgasta mas , ya que al no pisar en firme, el pie parece
andar algo despistado por no encontrar el punto exacto de apoyo final.
Lo bueno de llegar a este puente
es que solo nos queda 1,5 Km.
Pero lo malo es que nuestro camino es la cuesta arriba que se ve al fondo.
Por aquí el camino es bastante
relajado, aunque cansado.
El terreno firme da mas aplomo a
nuestros pasos, y el ‘animal’ BIIIIIIIMBA, y el grito BEEEEEEEEE, se hacen mas
asiduos.
Un sprint final...
Se construye poniendo planchas
de pizarra en vertical, cada cierta distancia, y luego se va rellenando los
huecos con planchas horizontales.
El desvío de esta mañana, y Alex
defraudado por no encontrar mas escarabajos...
...Y la definitiva, para daros
envidia como siempre y animaros a realizar esta ruta que como otras muchas, y
aunque en algún punto sea algo delicada, es mas paseo que marcha.
Rodearos de buena compañía como
nosotros, y disfrutad de un día de campo.
.-“Por cierto, no quiero ser
borde, pero os quedan 2 minutos”…
Hasta la próxima